19/04/2013

Colza, en un contrapunto que la deja bien plantada

La oleaginosa no desentona con otras alternativas agrícolas. LA VOZ.

A la hora de decidir qué cultivo elegir en el invierno, hay por delante distintas alternativas. En el subconsciente del productor, el contrapunto recae entre el clásico trigo versus la niña bonita de las legumbres para grano seco, el garbanzo.

Los productores no estuvieron exentos de dolores de cabeza frente al cultivo de esta leguminosa, y cuando superaron la cefalea, el margen bruto no distó demasiado del que hubiesen obtenido con la colza, por ejemplo. Entre las adversidades bióticas, la colza tuvo que hacer frente sólo a la presencia de pulgones, controlados de manera simple y económica.

Un ensayo se llevó a cabo en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). El cultivar Rivette, de ciclo primaveral, se implantó en cuatro fechas de siembra (12 de abril, 3 y 24 de mayo, y el 14 de junio de 2012).

Cada unidad experimental (parcela) estuvo compuesta por 14 surcos de cinco metros de longitud distanciados por 0,20 metro. Se sembraron 125 semillas viables por metro cuadrado de superficie.

Dado que el cultivo fue evaluado conjuntamente con otras especies invernales, se planificó que a las parcelas principales le correspondiese la fecha de siembra y a las sub-parcelas los restantes 10 cultivos evaluados. Todo bajo un diseño en bloques completos aleatorios con dos repeticiones.

Desde el punto de vista fitosanitario, se tuvo que recurrir a dos aplicaciones de insecticida, tendiente a controlar el ataque de pulgón de las coles. La cosecha se escalonó entre el 11 de noviembre y el 8 de diciembre de 2012.

Resultados. Los rendimientos en grano fluctuaron entre los 1.500 y dos mil kilos por hectárea, no habiéndose constatado diferencias estadísticamente significativas entre fechas de siembra.

Un aspecto destacable del cultivo de colza es la capacidad que tiene para compensar la disminución en el número de plantas por unidad de superficie con una profusa ramificación.

A pesar de haber sufrido apenas emergido el cultivo implantado el 24 de mayo temperaturas cercanas a los seis grados bajo cero, circunstancia que redujo sustancialmente el número de plántulas, aquellas que sobrevivieron o emergieron posteriormente (para lo cual la densidad de siembra debería ajustarse hacia arriba) brindaron rendimientos cercanos a las dos toneladas por hectárea. En su oportunidad ( La Voz del Campo 17/06/2011), los márgenes brutos para el cultivo del garbanzo y la colza salieron a la par, por lo que la oleaginosa no desentona como cultivo invernal alternativo.

*Las autoras son ingenieras agrónomas, Ciencias Agropecuarias UNC; claudiabautista@live.com; victoriamarcuzzi@outlook.com. Tutoría Ricardo Maich, rimaich@agro.unc.edu.ar.