La Niña se debilita. Los pronósticos anticipan una caída en la intensidad y la probabilidad de ocurrencia baja.
La Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) destacó que el enfriamiento es cada vez más débil. En este sentido, se espera que impacte en el trimestre noviembre, diciembre y enero.
Sin embargo, el informe señaló que se magnifica la expectativa por lluvias invernales suficientes para encarar la campaña con reservas profundas bien recargadas. “Las lluvias de invierno resultaron en general normales a escasas, por lo que se vive con preocupación el lento decaimiento de los almacenajes de las últimas semanas”, señaló la ORA.
Los niveles de ocurrencia se mantienen altos para la primavera y el verano, pero disminuyeron en los últimos meses. “En los últimos pronósticos de abril, mayo, junio y julio, la probabilidad se mantuvo siempre muy alta, lo que indica que es muy probable que La Niña efectivamente tenga lugar”, indicó la ORA.
En lo que respecta a los enfriamientos, el registro más importante previsto fue de -0.93°C. “Esto se ubica algo por debajo del umbral de -1 °C, a partir del cual se considera un evento moderado”, indicó la ORA.
La tendencia se mantuvo en descenso. De esta manera, julio cerró con un registro de intensidad de apenas -0.52 °C, que “apenas” podría clasificarse como La Niña.