Elorriaga detalló que a principios de año se mencionó que podía llegar a ser una de las “Niñas” más importantes desde el año 2000, con un enfriamiento notable, y hoy
hay buenas razones para pensar que más que una “Niña” moderada sería una neutralidad fría.

En este sentido, el especialista comentó que este escenario es bueno para los cultivos en Argentina, pero no para el planeta. “Las señales de debilitamiento de La Niña, tanto en duración como en intensidad, son una buena noticia para el sector rural y para Argentina. Pero es ingenuo pensar que no existen los efectos de acción y reacción y que esto no va a generar otro tipo de efectos indeseados”, contó.
Además, agregó que va a haber mayor frecuencia de fenómenos disruptivos o eventos de tiempo extremo. “Temperaturas más altas que lo normal en la superficie del océano Pacífico o en el Atlántico aportan más combustible para que se formen
tormentas potencialmente más violentas”, concluyó.