23/07/2025

Así fueron las lluvias inéditas que recibieron algunas zonas del campo

En apenas dos semanas, localidades como Bolívar, Tandil y Azul registraron acumulados pluviales muy por encima de lo habitual, revirtiendo el déficit hídrico de campañas anteriores; aunque los excesos se concentran en áreas marginales, se observan impactos puntuales en la siembra fina. AGROFY NEWS - 22/07/2025
 

La primera quincena de julio trajo un cambio radical en el panorama hídrico de la provincia de Buenos Aires. Tras varias campañas marcadas por la escasez de agua, las precipitaciones abundantes llegaron para recomponer el perfil del suelo. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en localidades como Bolívar, Tandil, Azul, 9 de Julio y Olavarría ya se superaron los promedios normales del mes e incluso, en algunos casos, se rompieron récords históricos.

En Bolívar, por ejemplo, se acumularon 122 mm entre el 1° y el 16 de julio, cuando lo normal para todo el mes es de 35 mm. En Tandil cayeron 99 mm (normal: 41 mm) y en Azul, 84 mm (normal: 41 mm). Estos valores fueron calificados por el SMN como “muy superiores a lo normal”, es decir, ocurrencias estadísticas que se repiten una vez cada 10 años o más.

Este régimen de lluvias elevadas tuvo un impacto inmediato en las reservas hídricas del suelo, mejorando notablemente las condiciones para los cultivos de invierno como el trigo. Estimaciones agrícolas indican que, en Bolívar, las precipitaciones —aunque dispares— permitieron generar excelentes reservas, y la siembra se encuentra prácticamente finalizada con un estado general muy bueno.

Sin embargo, los excesos también traen sus desafíos. Las lluvias se concentraron principalmente en una franja que va del noroeste al sudeste de la provincia, siguiendo la traza de la Ruta Nacional 226. Esta distribución provocó anegamientos puntuales en áreas bajas o marginales, que podrían afectar el normal desarrollo de los cultivos o demorar labores en campo.

De momento, no se esperan consecuencias graves para la campaña fina, aunque sí se advierte que los excesos hídricos no se eliminan fácilmente durante el invierno, por lo que será necesario continuar con el monitoreo en las zonas más comprometidas.

Así, la quincena lluviosa marca un alivio tras la sequía, pero también plantea nuevos interrogantes de cara al corto plazo: ¿cuánto más lloverá? ¿Los suelos podrán drenar adecuadamente? ¿Se mantendrán las buenas condiciones hacia la primavera? Por ahora, el agua volvió y, con ella, también la esperanza de una mejor campaña.