Lo proyectó el ministerio de Agroindustria, cuando se pensaba que la cosecha iba a a caer. Después de la quita de retenciones, el área creció. CLARÍN.


Matías Longoni
Hace unos meses nadie apostaba por el maíz: las cuentas de los productores no cerraban y sólo iban a sembrarlo quienes, por conciencia ambiental, necesitaban hacer rotaciones con la soja. La desazón era tal que la campaña 2015/16 arrancó con una previsión de caída del área sembrada de más del 20%. Ahora, con el comienzo de la cosecha, todo cambió y el Gobierno habla de una posible suba de la producción, que sería del 9%.

Cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri, en diciembre, sus primeras decisiones estuvieron orientadas a recomponer la rentabilidad del sector agrícola, que había sido diezmada por la inflación, el retraso cambiario, la persistencia de altas retenciones y la caída de los precios internacionales de lo granos. Además de la devaluación, al maíz se le quitaron retenciones, que llegaban al 20%. De inmediato los precios internos del grano pasaron de unos 900 pesos por tonelada a más de 2.000 pesos.

Muchos pensaban que esas medidas habían llegado demasiado tarde, pues a esa altura la siembra estaba jugada y se preanunciaba una caída del área de casi 20%. Pero los productores se lanzaron a sembrar variedades tardías de maíz y esa superficie creció en aproximadamente 500.000 hectáreas. No alcanzó para revertir la baja pero sí para achicarla drásticamente. Según las estimaciones mensuales del Ministerio de Agroindustria, conocidas el miércoles, finalmente se implantaron 5,93 millones de hectáreas con esa forrajera, apenas 2% menos que en el ciclo anterior.

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Todavía más, debido a las buenas condiciones climáticas la cartera agropecuaria señaló que la producción esperada de ese grano podría llegar a 37 millones de toneladas esta campaña, lo que significaría un crecimiento del 9% en relación a la temporada 2014/15. De confirmarse ese pronóstico, el maíz sería el primer cultivo que logra recomponerse y crecer luego del abrupto cambio de las reglas de juego. Hasta aquí se esperaba que los primeros síntomas de recuperación del sector agrícola llegaran el próximo invierno, con un aumento de las siembras de trigo.

La estimación oficial de producción de maíz incluye tanto el grano que ingresa al circuito comercial (el que se exporta, por ejemplo) como el que siembran los productores para utilizar dentro de su propio establecimiento (un caso es el de un tambo que lo usa como alimento de sus vacas). Por eso las cifras resultan mucho más elevadas que las que brindan las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y Rosario, que están esperando una cosecha de maíz de entre 24,5 y 25 millones de toneladas.

Con respecto a la soja, el Ministerio de Agroindustria sostuvo que la cosecha sería de 60,9 millones de toneladas, marcando una baja de 0,5% con respecto a la campaña 2014/15.