En la nueva agricultura la información cumple un rol clave para tomar decisiones. LA NACIÓN

Toda compañía que no tenga un brazo de Internet fracasará", dijo Eduardo Elsztain, fundador de Cresud e IRSA y cofundador de Endeavor Argentina durante el Foro Agtech de Inversiones organizado por la Bolsa de Comercio de Rosario la semana pasada.
Desde hace décadas, esta sentencia puede aplicarse a muchas industrias y nadie duda de que es sumamente acertada. Sin embargo, la certeza de que Internet impacta también en la agricultura y la ganadería es una afirmación que podemos dar por cierta en los últimos cinco años. Hoy sabemos que, para conseguir mayores niveles de productividad y eficiencia, el productor y la tecnología deben interactuar.
El Foro Agtech de Inversiones fue uno de los eventos que tuvo lugar en el marco de la Semana Agtech. Pasaron por la Bolsa de Comercio de Rosario más de 400 personas, entre inversores, emprendedores, productores y funcionarios del sector público.
¿Qué tuvo el foro en Rosario?
La voz de los inversores locales y del exterior que ya apostaron a desarrollos de agtech nacionales. Contaron su experiencia como inversores Draper Sygnus, Rosental Inversiones, Mercado Argentino de Valores, entre otros.
Los emprendedores locales que están colocando innovación y servicios basados en el conocimiento en la Argentina y en el exterior, entre ellos Castor Ol y BeeFlow
Un panel donde participaron Federico Trucco, CEO de Bioceres, Matías Peire, Fundador de GridX Exponential, Ignacio Plaza, CEO de Draper Cygnus, y Bernardo Milesy, Fundador de Glocal, buscó responder por qué agtech en la Argentina.
"Cuando se invierte en tecnología se invierte en conocimiento, aunque la tecnología fracase siempre queda algo, se financia un mundo mejor", dijo Plaza en su disertación.
Si bien el talento acompaña el desarrollo de las innovaciones en materia de biotech y agtech, Trucco el principal problema para avanzar en el desarrollo de biotecnología en el país es el marco regulatorio. El desafío es, entonces, pensar cómo los sectores públicos en conjunto con las organizaciones del tercer sector pueden, desde su rol, garantizar que el ecosistema crezca.
En este contexto, el desarrollo de una agroindustria innovadora supone que encontremos múltiples actores que quieran ser corresponsables en la tarea de construirla. El productor, las empresas del sector agroindustrial y las empresas de tecnología deben comenzar un proceso de innovación abierta que haga pie en polos tecnológicos que muestran la capacidad de reunir al talento con los inversores. La construcción de ecosistemas colaborativos es una tarea compleja que sólo se puede afrontar con el apoyo en las redes y en una comunidad.
El trabajo en conjunto puede mostrar un salto en toda la cadena de valor: desde la siembra hasta la logística y llevar al agro argentino de la producción y exportación de commodities a la exportación de productos generados con eficiencia. Transitamos el camino hacia una agricultura basada en datos dónde la información es mucho más potente que la propiedad de las cosas.
El autor es socio de Barrero & Larroudé
Por: Juan Manuel Barrero