30/11/2016

Advertencia climática: “pulsos secos” podrían afectar rindes 2016/17

El experto en clima de la Bolsa de Rosario asegura que el patrón de lluvias está cambiando y que es muy probable que soja y maíz no logren expresar sus mejores rendimientos en esta campaña. AGROVOZ

El doctor en Ciencias Atmosféricas José Luis Aiello, especialista de clima de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, pronosticó que la campaña gruesa 2016/17 estará marcado por “pulsos secos”, que probablemente afecten los rindes de soja y maíz en la zona núcleo argentina.
“Me inclino por una campaña en la que no se alcancen las tendencias en rendimiento de ninguno de los dos cultivos más importantes de Argentina”, alerta Aiello en una entrevista difundida por la GEA, en la que sostiene que el patrón de lluvias ha cambiado.
Una perspectiva similar trazó recientemente el presidente del Laboratorio Climatológico Sudamericano, Juan Leónidas Minetti, en su paso por la Sociedad Rural de Jesús María, donde advirtió sobre el riesgo de golpes de calor que afectarán a los cultivos en febrero.
Lluvias puntuales
Según Aiello, desde noviembre el patrón de lluvias que venía dominando durante 2015 ha cambiado: “No vemos más lluvias parejas de grandes extensiones”.
Desde su punto de vista, de ahora en más las lluvias serán de muy buena intensidad pero puntuales, con diámetros de acción “minúsculos” de entre 100 y 200 kilómetros. 
Técnicamente, a la buena noticia de que el enfriamiento que tiene el Pacífico técnicamente no define a una “Niña”, le sigue la mala novedad de que los sistemas nubosos en el Pacifico Central están desplazados hacia el oeste (sector australiano). 
Por eso, Aiello advierte que “eso no es adecuado para que la atmósfera traiga humedad desde el norte”, por lo que piensa que se desarrollarán pulsos secos importantes que impactarán en la producción de soja y maíz. 
Volatilidad
Para Aiello, otra forma de graficar la coyuntura climática es la volatilidad, con zonas que tienen lotes muy anegados y donde la siembra es imposible, hasta lotes donde los productores piden agua. 
“No vemos más, o lo hacemos muy raramente, esas lluvias parejas en grandes extensiones. Ahora la característica está dada por eventos con lluvias de muy buena intensidad en regiones con dimensiones del orden de 100/200 Km de diámetro. Por este tipo de distribución es muy importante el monitoreo con una red  de estaciones que puedan ‘entender’ las escalas de estos fenómenos de lluvias, y eso no se resuelve con las redes sinópticas que contienen mediciones muy espaciadas”, menciona el experto.
Por todo esto, Aiello recomienda más que nunca contratar seguros climáticos. 
¿Viene La Niña?
Con respecto a los vaivenes en los pronósticos sobre si finalmente la campaña 2016/17 estará afectada o no por un fenómeno La Niña, que supone precipitaciones inferiores a lo normal, Aiello contesta: “El enfriamiento que hoy tiene el Pacífico, que técnicamente no define a una Niña, es suficiente para inhibir los flujos de humedad en el verano (que vienen desde el norte) y eso puede producir pulsos secos que afecten el desarrollo de cultivos de verano”. 
En resumen: “No hay Niña, según la clasificación técnica, pero van a darse pulsos secos. Sucede que las emisiones que circulan no refieren a ninguna fuente confiable y hay un desconocimiento dinámico de los efectos del Pacífico”.
Es en ese marco en el que la volatilidad y la irregularidad será un factor importante, ya que la incertidumbre pasa por saber en qué lugares se producirán esos pulsos secos y en qué estado fenológico de los cultivos.