16/08/2013

La protección de cultivos en zonas periurbanas

Casafe coordina evaluaciones sobre aplicaciones y buenas prácticas agrícolas. Alberto Etiennot, LA VOZ

Existe hoy una gran controversia respecto de las aplicaciones próximas a las viviendas, muchas de ellas sin fundamento técnico ni científico. Por eso, es necesario destacar que las aplicaciones de agroquímicos bajo buenas prácticas agrícolas son las que aseguran evitar derivaciones indeseables.

La concientización sobre el cuidado del medio ambiente está creciendo en la sociedad, axioma que queda demostrado por el alto grado de preocupación actual por el uso de los productos fitosanitarios.

Debido al desarrollo creciente de los centros urbanos sobre áreas tradicionalmente agrícolas, los habitantes perciben a las prácticas habituales de manejo y aplicación de fitosanitarios como un riesgo potencial para su salud y la sustentabilidad del ambiente.

Ensayos. Durante 2012, se desarrollaron nuevos trabajos bajo la coordinación de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) con el aporte de profesionales, instituciones, universidades y empresas privadas.

Estas experiencias se desarrollaron en distintas zonas agrícolas del país; se realizaron aspersiones terrestres y aéreas, con el fin de evaluar las posibles derivas en distancias desde la aplicación a zonas periurbanas y urbanas.

Se realizaron determinaciones analíticas de la cantidad exacta del producto recogido en estaciones de captura (cajas de Petri) ubicadas perpendicularmente a los tratamientos y en sentido de donde provenía el viento.

En uno sólo de los ensayos realizados se evidenció una muestra de la sustancia marcadora a los 40 metros, por fuera del área de aplicación. La deriva encontrada fue en una de las aplicaciones aéreas y se consideró que se debió a ráfagas de viento que usualmente se presentan en la zona.

En la muestra se detectó la presencia 1,21 µg (microgramos) del fitosanitario aplicado, mientras que el caldo originalmente pulverizado contenía 300 gramos del producto formulado por hectárea. Esa muestra encontrada (1,21 µg) es insignificante comparada con aquella dosis que pudiera ocasionar algún problema en la salud.

Bandas de seguridad. Finalmente, estos trabajos y los antecedentes internacionales existentes, permiten concluir que si se siguen las recomendaciones de aplicación bajo las buenas prácticas agrícolas se pueden realizar aspersiones dentro de las distancias sugeridas como bandas de seguridad de 100 metros para aplicaciones terrestres y 200 metros para aplicaciones aéreas.

Con estas recomendaciones de distancias y el uso responsable de los productos para la protección de los cultivos no son de esperar riesgos toxicológicos y/o ecotoxicológicos.

*El autor es ingeniero agrónomo; actualmente se desempeña como asesor externo de Casafe (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) y como asesor fitosanitario privado.