20/01/2015

Un tiro a la institucionalidad en la Argentina

AGROVERDAD

Frente a a la muerte del Fiscal Federal Alberto Nisman, en Buenos Aires (fue encontrado en su departamento, con un tiro en la cabeza), no hay otro tema que pueda siquiera mencionarse. La gravedad del hecho desplaza la atención de cualquier noticia.

Y por más que una de las hipótesis pueda ser el suicidio, será muy difícil que se la tome como creíble, después de lo que había sido protagonista el funcionario judicial durante la última semana, animándose a hacer lo que hizo y a denunciar lo que denunció. Esto queda por encima de la opinión que cualquiera tenga o se haya hecho sobre su actuación y el tenor de sus revelaciones.

El Secretario de Seguridad del gobierno nacional, Sergio Berni, enseguida asoció el deceso a un suicidio. No hay que aventurar ninguna hipótesis, ha dicho la primera fiscal que ha quedado a cargo de la investigación de la muerte.

Pero no hay dudas que este suceso va a marcar a fuego los acontecimientos de acá para adelante, no tanto en lo que concierna a la causa AMIA, sino institucionalmente. Las consecuencias del hecho, en este momento, son tremendamente graves.

Es lo que hemos considerado que cabía decir en esta mañana de lunes (por ayer).