La evolución de los commodities agrícolas (soja, trigo y maíz) para lo que va del 2020 estuvo signada por la alta incertidumbre que despiertan múltiples factores.
Estos factores tienen que ver con la pandemia, el déficit hídrico, las elecciones en Estados Unidos, los paquetes de estímulo, y los flujos de capitales internacionales entrando y saliendo de los mercados, entre otros.
La Bolsa de Comercio de Rosario mostró en el informativo semanal que la caída de los primeros meses del año fue generalizada, mientras el mundo se paralizaba en un intento de contener el avance del virus Covid-19. Sin embargo, desde mediados de año tanto el trigo como el maíz y la soja han evidenciado una tendencia alcista que los ubica por encima del valor que ostentaban el 1er día hábil del año, incluso a pesar de la caída de la última semana.
Entre los factores a seguir, esta semana será clave en la definición de las elecciones en Estados Unidos. Además, se suma el próximo informe de Oferta y Demanda Mundial (WASDE) que publicará el 11 el USDA. Estos son los principales hitos que podrían torcer la tendencia en uno u otro sentido.
Desde el equipo de análisis de mercado de fyo destacan que, más allá de quien gane la elección (Joe Biden o Donald Trump), "la caída en el crecimiento económico mundial y en Estados Unidos en particular, como consecuencia de los efectos del Covid-19, seguirá resultando en una política monetaria expansiva por parte de Estados Unidos".
El equipo de fyo repasa que, en general, en años en los que la política monetaria en Estados Unidos fue expansiva, como en los años 2008 y 2009 luego de la crisis de deuda subprime, el dólar pierde valor respecto a las otras monedas: "El efecto de un dólar más débil es en general una mayor firmeza de los commodities, ya que los mismas cotizan en esta moneda que ha perdido valor".
De igual manera, si lo que se intenta evaluar es el efecto en los mercados entre ambos candidatos, destacan: "Lo que podríamos esperar es que Biden sea menos confrontativo que Trump respecto a China, probablemente un poco más abierto con el mercado externo y en particular con Latinoamérica, y con una mayor participación del Estado en términos de subsidios al mercado interno para compensar la caída en la actividad económica".
De todos modos, anticipan que el mercado estará muy atengo al resultado de estas elecciones por lo que no se descarta que aumente la volatilidad de los precios en estos días hasta tener un ganador: "Cabe recordarse que dado que gran parte de los votos son por correo este año y que en muchos Estados los sobres se abrirán recién mañana una vez que se cierre la elección, con lo cual es probable que no se sepa el ganador hasta dentro de unos días".
Dentro de las recomendaciones semanales de comercialización, desde fyo remarcan que los fundamentos del mercado no cambiaron a pesar de las bajas: "En la última semana se sumó la incertidumbre ante la cercanía de las elecciones en Estados Unidos y el efecto en el dólar presionando temporalmente con fondos especulativos manteniendo su posición comprada".
Puntos claves para el agro
Un artículo de Reuters repasa que Donald Trump goza de buen apoyo en regiones productoras, pero algunos productores están disconformes con sus políticas comerciales y de biocombustibles, lo que impactó sobre el precio de los commodities agrícolas.
En tanto, Joe Biden tiene un mayor foco en los biocombustibles y prometió un enfoque más multilateral en el comercio internacional. Además, promete hacer que la agricultura "sea más amigable con el medio ambiente", destaca la agencia de noticias.
A continuación, algunas claves de la campaña:
Trump desafió los acuerdos comerciales entre Estados Unidos y muchos de sus principales socios. Entre ellos se encuentran algunos de los mercados de exportación más grandes para los productores estadounidenses.
La guerra comercial de Trump con China, un importante comprador de soja, productos lácteos y carne de cerdo, en particular, fue un punto delicado para el presidente entre los votantes de zonas rurales. Este tema afectó a una economía agrícola estadounidense que ya se vio afectada por el clima extremo y un exceso global de granos.
En respuesta, la administración implementó casi US$ 30 mil millones en pagos de ayuda en efectivo a los agricultores estadounidenses desde 2018. Luego se sumaron miles de millones más con la ayuda por el impacto del coronavirus este año, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
En tanto, Estados Unidos y China firmaron un acuerdo comercial de "Fase 1" en enero. En este sentido, el aumento de las compras de maíz y soja de China ayudó a que los precios de las materias primas se recuperen en los últimos meses, aunque Trump dijo en julio que no estaba interesado en las negociaciones comerciales de la "Fase 2" con el gigante asiático.
Si bien Biden ha calificado las tarifas como "desastrosas", puede terminar manteniendo algunas si gana las elecciones. Biden, quien tiene un historial de apoyo al libre comercio, dijo que seguirá una política comercial que funcione para los agricultores estadounidenses. Pero enfrenta intereses en conflicto sobre el comercio.
El artículo de Reuters, citando al asesor Tony Blinken, agrega que Biden pondría fin a una "guerra comercial artificial" contra la Unión Europea, mientras trabaja para abordar los persistentes desequilibrios en el comercio agrícola entre ambos bloques.
Trump tiene un historial mixto en su manejo de las leyes de biocombustibles, con un impacto directo en los productores de maíz.
La administración de Trump casi ha cuadriplicado la cantidad de exenciones que ha otorgado a las refinerías de petróleo, eximiéndolas del requisito de mezclar biocombustibles en su combustible. Eso significa menos demanda de maíz para producir combustible y menores precios de los cultivos para los agricultores.
Aún así, Trump ha otorgado algunas victorias a la industria de los biocombustibles. Su administración, por ejemplo, permitió expandir las ventas de gasolina con más etanol (E15), ayudó a asegurar una extensión del acuerdo de Brasil para no imponer aranceles a las importaciones de etanol de Estados Unidos y recientemente rechazó una gran cantidad de solicitudes de exención de refinerías.
Por otro lado, Biden apoya los requisitos de mezcla de biocombustibles de Estados Unidos y ha atacado la concesión de exenciones a las refinerías por parte de Trump. Se ha comprometido a invertir en el desarrollo de combustibles de próxima generación a partir de fuentes no alimentarias como residuos de cultivos.
Algunos cuestionan cómo el etanol en la mezcla de combustible encaja en los objetivos a largo plazo de Biden en torno a los vehículos con cero emisiones. Un mayor contenido de etanol en la gasolina reduce las emisiones de carbono a corto plazo, pero a largo plazo el creciente número de vehículos eléctricos reduciría la demanda de combustible y, con ella, la demanda de etanol.
Trump a menudo ha denunciado las regulaciones ambientales como trámites burocráticos innecesarios, y su administración ha tomado medidas para debilitarlas o deshacerlas. Ha derogado las reglas de la era de Obama que expandieron las protecciones de las vías fluviales, y su Departamento del Interior planea reabrir el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante en Utah para el pastoreo de ganado.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos dijo el 27 de octubre que permitirá a los agricultores uitilizar herbicidas basados en dicamba, vendido por Bayer AG y otras compañías, lo que enfureció a los grupos ambientalistas menos de una semana antes de las elecciones.
Su administración también retiró una regla final que elevaba los estándares del USDA para la producción orgánica de ganado y aves de corral que se publicó en el registro federal durante los últimos días de la presidencia de Barack Obama.
Aunque la regla, que tuvo un amplio apoyo entre los productores orgánicos, se publicó cuando Biden era vicepresidente, el Plan Biden para América Rural no menciona específicamente la agricultura orgánica.
Sin embargo, anticipan que una presidencia de Biden haría un cambio brusco en otras regulaciones ambientales para los agricultores. Biden ha propuesto impulsar el uso de fuentes de energía limpia, lo que podría abrir la puerta a más biocombustibles a base de granos.
Biden también ha propuesto que la agricultura de los Estados Unidos logre emisiones netas cero y reciba subsidios a los ingresos agrícolas basados en prácticas ambientales como el secuestro de carbono. Prometió "expandir y fortalecer drásticamente" el Programa de Administración de la Conservación del Departamento de Agricultura y ayudar a los agricultores a participar en los mercados de carbono. Además, quiere expandir los programas para impulsar la fabricación de base biológica, para convertir los subproductos agrícolas como las existencias de maíz y el estiércol en productos químicos, materiales y telas.