En un contexto de márgenes ajustados y exigencias crecientes, nuevas plataformas digitales permiten a los productores financiar labores agrícolas como siembra, pulverización y cosecha, con condiciones adaptadas al ciclo productivo.
Malevo, junto a Nera y otras soluciones integradas con bancos y billeteras digitales, son parte de esta transformación.
Durante décadas, el financiamiento agropecuario en Argentina se concentró en insumos, maquinaria y capital de trabajo. Sin embargo, más del 70% de las labores agrícolas —que abarcan más de 70 millones de hectáreas al año— son realizadas por contratistas, y hasta ahora no contaban con herramientas específicas de crédito. Esta brecha estructural comienza a cerrarse.
“La posibilidad de financiar servicios como siembra o cosecha era prácticamente inexistente. Hoy, gracias a la integración de Malevo con sistemas de pago especializados, los productores pueden acceder a líneas de crédito para contratar labores clave”, explica Lisandro Pacioni, fundador de Malevo.
El trabajo colaborativo entre Malevo, la plataforma de optimización de servicios agrícolas que conecta productores y contratistas, y soluciones de pago como Nera, el ecosistema abierto de financiamiento digital para el agro, permite financiar servicios con tasas competitivas y plazos alineados al ciclo agrícola.
“El agro invierte más de 15.000 millones de dólares al año, y el 75% de esa inversión se hace con capital de terceros. Ampliar el acceso y agilizar el proceso de financiamiento es clave para sostener la innovación y la productividad en el campo”, señala Mercedes Degiovanangelo, Gerente Comercial de Nera.
Combinando estas soluciones digitales, el productor puede comparar líneas, simular condiciones de crédito, elegir entre múltiples opciones y contratar servicios directamente desde una app, con menor burocracia y mayor agilidad.
“Hoy, cada dólar cuenta. Coordinar servicios con precisión y poder financiarlos en condiciones razonables puede definir si una campaña es viable o no”, agrega Pacioni.
"Con esta transformación, el agro argentino da un paso hacia un modelo más justo, donde sembrar no solo sea un acto de fe, sino una decisión respaldada por herramientas financieras modernas y accesibles", concluyen desde Malevo.