El Régimen de Inversiones para el Desarrollo Agroindustrial (RIDA) es un revival de la ley agrobioindustrial y busca convertirse en el nuevo RIGI del campo. La ley bases dejó afuera al sector agroindustrial y diputados de todos los espacios, menos el oficialismo, reflotaron -con cambios- el proyecto de ley agrobioindustrial que impulsó el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).

RIDA: qué es y por qué Espert es clave

El proyecto surgió de un acercamiento del sector a legisladores para impulsar el proyecto, que tuvo consenso en su momento, pero nunca salió. La apuesta del CAA es que ahora salga, bajo el nombre de RIDA. La llave la tiene el libertario José Luis Espert, reconocen en los pasillos del Congreso.

Los diputados Atilio Benedetti y Miguel Ángel Pichetto tomaron la posta de la iniciativa y lograron que otros 19 legisladores firmen el proyecto. Hay peronistas y del PRO, pero no hay libertarios.

Según pudo saber Agrofy News, hubo contactos con un legislador mileista de la región centro. Estaba todo dado para que se sume a la lista de firmantes, pero a último momento dejó de responder. “No se lo permitieron”, reconocen parte de los actores que impulsan el RIDA.

Los promotores del proyecto del CAA destacan que es un impulso para que haya mayor producción y el costo fiscal es mínimo o nulo. Incluye amortizaciones aceleradas, desgravaciones para quienes utilicen fertilizantes o semilla propia, entre otros incentivos.

Sin embargo, en una gestión de Javier Milei que cada dólar cuenta, pareciera que el oficialismo no está dispuesto a resignar nada. El proyecto ingresó y tiene tratamiento en la Comisión de Agricultura, pero el problema estaría en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en donde el presidente es Espert.

Este martes hubo un encuentro con dirigentes de Coninagro para mejorar el proyecto, pero la reunión clave será este miércoles. “La llave la tiene Espert”, contó una fuente con experiencia legislativa.

“Con los diputados venimos trabajando los puntos importantes del proyecto de ley RIDA, le aportamos mejoras y creemos que sería un gran impulso a las inversiones en el interior. La idea es que sea apoyado por todos”, manifestó el presidente de la entidad que nuclea a las cooperativas, Elbio Laucirica.

El contacto con el libertario permitirá explicarle el proyecto para que luego le trasladen la información al Presidente. La comisión será clave para que avance o no la iniciativa.

El sector agroindustrial y los legisladores están dispuestos a negociar. “Queremos que salga y hay tiempo para mejorarla”, afirmó un integrante de Diputados. 

En comparación con la ley agroindustrial, el RIDA eliminó y simplificó artículos para que no haya grandes contratiempos. Quedaron afuera los cambios laborales, retenciones, entre otros puntos.

El campo necesita un guiño y estímulo, en la política entienden que este sería el camino. La buena voluntad de la oposición dialoguista con la ley bases podría ser retribuida. “Se aliviaron las tensiones”, contó una fuente que charla con el Gobierno y los bloques opositores.

La apuesta es que en agosto, más tardar septiembre, el proyecto tenga dictamen. Las reuniones de trabajo siguen, todos los ojos apuntan a los libertarios.