Hoy en el 54% del territorio agrícola es más conveniente hacer soja en términos económicos. LA NACIÓN

Los resultados económicos de la campaña agrícola 2019/2020 podrían ser similares a los del último ciclo, 2018/2019, pese a los menores precios.
Así lo sostiene un informe de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), que analizó distintas variables ligadas con el negocio de la producción.
Según el reporte, cerrado en septiembre último, los precios de los granos a cosecha en la campaña 2019/20 "están cotizando por debajo del promedio de las últimas 10 campañas (2009/10-2018/19)". Solo en agosto-septiembre pasados el precio del trigo bajó un 9,8%, el del maíz lo hizo entre 11% y 12%, mientras que el valor de la soja se mantuvo estable con un -0,7 por ciento.
En esta línea, el Radar Agrícola del Movimiento CREA estima que el precio promedio ponderado (trigo, maíz y soja en función de un calendario de venta típico de un productor) en 2019/20 es de 186 dólares por tonelada, lo que representa una merma del 2,9% versus del valor promedio que tuvo 2018/2019.
Como dato positivo, de acuerdo al informe se espera que parte de esa pérdida sea compensada con la caída en un 6,1% en los gastos directos por hectárea, básicamente por la depreciación de la moneda local.
Si se observa el costo directo total promedio ponderado a nivel nacional para un campo arrendado, hoy en soja es de 115 dólares por tonelada contra US$117 del ciclo pasado pasado. En tanto, en maíz se ubica en US$89 por tonelada versus los US$92 de la última campaña.
Pese a esta situación, el informe alerta que es "complejo" proyectar la estructura de costos de rubros como el combustible y su impacto en los servicios ligados al negocio.
Respecto de los números para la campaña, CREA elaboró un Índice de Viabilidad Económica Agrícola (IVEA) para cuantificar y comparar la relación entre el rinde esperado (RE) y el rinde de indiferencia (RI) para cada cultivo y departamento/partido a nivel país. El RI es el rendimiento que se debe obtener para cubrir los costos. El IVEA incluye que en el 60% del área agrícola se produce bajo arrendamiento.
Según CREA, el IVEA toma valores de entre 0 y 1. Si el IVEA es 0,5 significa que el RE es igual al RI y el productor cubre todos los costos, esto es gastos directos e indirectos en campo arrendado. En tanto, si se ubica entre 0 y 0,5 el RE es menor al RI y el productor no paga los costos. Ademas, si el IVEA está entre 0,5 y 1 el productor cubre los costos y obtiene un resultado económico positivo previo al pago de impuestos.
En este contexto, solo el trigo estaría por debajo del punto de equilibrio con un IVEA del 0,46. No obstante, como este cereal se suele hacer en doble cultivo con la soja, ese valor trepa al 0,61, un valor positivo para el indicador económico, considerando a la oleaginosa.
La soja sola, por su parte, también posee un IVEA positivo del 0,61. Mientras tanto, para el maíz el IVEA es de 0,59. Este último indicador es el que también se registra como promedio nacional considerando un plan de siembra de trigo, trigo/soja, cebada, cebada/soja, soja de primera, maíz, girasol y sorgo.
Con estos números, Federico Bert, líder de Investigación y Desarrollo de CREA, precisó que la viabilidad económica para los cultivos es similar a la del ciclo pasado. El mismo informe de la entidad agrega: "El panorama nacional del sector agrícola en términos de viabilidad económica estaría en una situación similar a la obtenida en la campaña pasada, campaña que permitió afrontar el proceso de recuperación de las empresas luego de una campaña 2017/18 con resultados productivos, económicos y financieros adversos".
Para CREA, que los resultados económicos puedan ser similares representa un "dato no menor" considerando que la campaña se está afrontando con un costo de financiamiento mayor que en otros ciclos.
Respecto del maíz, el informe da cuenta de un cambio ligado al movimiento de los precios. Hasta agosto pasado, en el 57% del territorio agrícola resultaba más conveniente en términos económicos hacer maíz antes que soja. Ahora se dio vuelta la situación: en el 54% de la superficie la viabilidad económica es más favorable a la soja que al maíz.
Al margen de los resultados esperados, el informe señala que la viabilidad del negocio agrícola está traccionada por la competitividad cambiaria y dependerá de la evolución de variables como el dólar y la inflación.