16/06/2021

La bajante del Paraná vuelve a encender la alerta: podría frenarse el ingreso récord de divisas

A la altura de Rosario, el río tiene solo 60 centímetros de altura. En una semana, podría bajar hasta quedar a apenas 10 centímetros. Es una complicación para la logística agroexportadora. AGROVOZ
 

En Argentina, entre 75 por ciento y 80 por ciento de las exportaciones de granos y subproductos, que generan más de la mitad de los dólares que ingresan al país, parten desde los puertos ubicados a la vera del río Paraná, en el Gran Rosario.

Por eso, las bajantes que viene enfrentando este curso de agua en los últimos dos años significan una señal de alerta. Y más aún en un 2021 en que la liquidación de divisas es récord y es el sostén casi exclusivo de una economía sumida en una profunda crisis.

Al respecto, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) volvió a encender la luz roja en las últimas horas, al advertir que nuevamente se está desarrollando una sequía en los principales afluentes del Paraná que está llevando al río a niveles de altura dentro de los más bajos de los últimos 25 años.

“La bajante del Paraná, cada vez más crítica”, dijo la ORA con datos del Instituto Nacional del Agua que muestran, por ejemplo, que a la altura de Rosario el río tiene una altura promedio de apenas 60 centímetros, que podría bajar hasta solo 10 centímetros en los próximos siete días.

Como dato significativo, lo normal para esta época del año es que la altura supere los tres metros, al punto de que ya se considera un límite de aguas bajas los 2,40 metros.

Esto obliga a la empresa encargado del dragado de la hidrovía a intensificar su trabajo para evitar el atasco de los buques. Asimismo, lleva a que los barcos carguen menos mercadería y eso implique un problema para la logística exportadora y, a su vez, para el normal flujo de divisas.

“En junio de 2019 comenzó a desarrollarse una sequía en la cuenca del río Paraguay, que luego se extendió a prácticamente toda la Cuenca del Plata. La máxima expresión de este proceso fue registrada durante el otoño de 2020 y se caracterizó como extraordinaria: no se había registrado un escenario tan grave en los anteriores 25 años”, dijo la ORA.

Y continuó: “Actualmente, se verifican las condiciones necesarias para repetir, o inclusive agravar, tal escenario crítico”.

Según el INA, el problema no es la operación de embalses en la alta cuenca del río Paraná, en Brasil o en Paraguay, sino que incide el furte déficit de lluvias.

“Los valores de caudal actuales y los esperables son muy inferiores a los valores normales y podrían aproximarse a los mínimos históricos. La tendencia climática regional, con horizonte en el 31 de agosto, presenta una perspectiva desfavorable, con baja probabilidad de una recuperación franca en los próximos meses. Esta situación, evidenciada desde 2019, no tiene visos de mejora”, alerta la ORA.