14/10/2015

"Hay que subsidiar la demanda de alimentos y no restringir su oferta"

Lo dijo Bernardo Pizzardi de la Universidad Austral. AMBITO

"Hay que subsidiar la demanda de alimentos y no restringir la oferta de los mismos". Así lo sostuvo Bernardo Piazzardi, profesor y director de Relaciones Institucionales del Centro de Agronegocios de la Univerisdad Austral al tiempo que agregó que "se deben generar condiciones en la Argentina para que se pueda expresar el potencial productivo, sin impedimentos comerciales o fiscales que quitan competitividad, al mismo tiempo que se asiste a la población que hoy no cuenta en nuestro país con seguridad alimentaria".

En diálogo con este diario, sostuvo que los transgénicos y fitosanitarios son aceleradores de crecimiento y desarrollo, "y permiten que el mundo pueda incorporar todos los años más gente a la seguridad alimentaria". Sin embargo, advirtió que en el caso de los primeros, el punto a evaluar es cómo se incorpora esta tecnología.

Periodista: ¿Qué significa seguridad alimentaria? ¿Qué aspectos abarca?

Bernardo Piazzardi: Según definición de la FAO, la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Los cuatro aspectos clave que abarca son la disponibilidad física de los alimentos, el acceso económico, físico y social a los alimentos; el uso de los alimentos como la correcta preparación de los mismos; diversidad de la dieta, calidad de los mismos, y buena distribución dentro del hogar, la estabilidad en el tiempo del resto de las dimensiones. Al mismo tiempo desde el lado de la oferta agroalimentaria tenemos que la Argentina es de los pocos países del mundo (sólo el 10% de los países del mundo) que pueden proveer una canasta de alimentos sanos a su población pero al mismo tiempo proveer seguridad alimentaria al resto del mundo.

P.: Un índice elaborado por el Economist Intelligence Unit ubica a la Argentina en el ranking 37 de 190 países. ¿Cómo está situada la Argentina?

B.P.: Este índice del The Economist Intelligence Unit se basa en 28 indicadores agrupados en tres grandes áreas, que podrían traducirse como la capacidad de compra de alimentos, la disponibilidad y la calidad. Es meritorio que la Argentina ocupe ese lugar en el ranking pero no suficiente para que su población tenga seguridad alimentaria.

P.: ¿Qué haría falta?

B.P.: El trabajo de investigación coordinado por nuestro Centro de Agronegocios de la Universidad Austral en asociación con la Facultad de Agronomía de la UBA y el CEPEA (Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación) se formuló la siguiente pregunta: ¿la Argentina tiene condiciones para garantizar a sus habitantes un pleno acceso a una alimentación suficiente y saludable en toda la extensión de su definición, y al mismo tiempo ser proveedor de alimentos y seguridad alimentaria al resto del mundo? Lo alentador es que la respuesta es afirmativa. Las conclusiones del trabajo proponen más de 10 líneas de políticas públicas. En lo referido a asistencia social, en temas nutricionales se sugiere coordinación y articulación de todos los programas vigentes al mismo tiempo que generar sistemas de información y herramientas de evaluación. Otra propuesta apunta a subsidiar la demanda de alimentos y no restringir la oferta de los mismos. Las metas revisadas del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial indican que la Argentina a 2020 producirá 154 millones de toneladas de los principales productos agrícolas y 7,62 millones de toneladas entre todas las carnes. Se deben generar condiciones en la Argentina para que se pueda expresar el potencial productivo, sin impedimentos comerciales o fiscales que quitan competitividad, al mismo tiempo que se asiste a la población que hoy no cuenta en nuestro país con seguridad alimentaria.

P.: ¿Cómo juega la agricultura con los avances (transgénicos, uso de glifosato) en la seguridad alimentaria?

B.P.: Para el caso de transgénicos y la incorporación de fitosanitarios que impulsan productividad y mitigan riesgos, son aceleradores de crecimiento y desarrollo, y permiten que el mundo pueda incorporar todos los años mas gente a la seguridad alimentaria. El "pero" de transgénicos, como cualquier otra tecnología o proceso que se incorpora, pasa por el "cómo".

P.: ¿Cómo se puede lograr una política nacional de seguridad alimentaria?

B.P.: El primer paso que sugiere el trabajo es una cambio radical en la concepción desde el que se diseñan las políticas. Propone que el diseño de las políticas deje de lado el juego de suma cero para estos dos desafíos planteados: mejorar la alimentación de los argentinos y hacer un máximo aprovechamiento de las oportunidades que nos presenta el mundo, para convertir en una sitación "ganar-ganar" para el desarrollo de la Nación.

Entrevista de María Iglesia