26/02/2015

El mercado de la maquinaria agrícola espera un cambio de condiciones

 Toda la actividad vinculada a la agricultura esta muy quieta. Esperan un cambio de actitud. NAP.

BUENOS AIRES (NAP, por Eduardo Bustos) En los últimos años se observó en el mercado de las maquinarias agrícolas un freno en las inversiones por parte de los productores y muchas empresas agropecuarias decidieron abrir un paréntesis hasta que mejoren las condiciones del mercado local.

“La argentina frenó mucho la inversión en los últimos años si tenemos en cuenta que todos los grupos de inversores grande desensillaron para esperar a ver lo que pasa, pero la ventaja está en que nuestro país tiene un potencial ilimitado, no tiene techo, mientras que Uruguay sí, entonces los jugadores de peso saben que acá a futuro hay una ficha interesante”, sostuvo Ricardo Martínez Peck, especialista en maquinarias agrícolas y asegura que es fierrero, entre risas.

Ricardo Martínez Peck, desde hace cinco años vive en la localidad uruguaya de Mercedes y desarrolla su actividad profesional en el asesoramiento para el uso de maquinarias a los productores en los dos países, situación que le permitió tener una visión más realista de la Argentina, al estar un poco más alejado.

En diálogo con noticiasagropecuarias.com, el especialista contó que toda la actividad vinculada a la agricultura está muy quieta y en general todo se relentiza: “Los fabricante de maquinarias se relentizan, los importadores también y la complejidad de la importación complicó las cosas y también pasó algo con todo lo que es agricultura de precisión que se trabajó y se vendió mucho, las cosas más prácticas se adaptaron muy rápido como los pilotos automáticos, los banderilleros, los sistemas de control y aplicación, pero a nivel de productor en la gestión de la información y, si bien hay mucha experiencia en ese sentido, pero al llevarla a los porcentajes sobre la producción vemos que es muy bajo porque el productor se vio abrumado por el manejo de la información y los costos que implica, porque se achicó el negocio”, reflexionó el especialista.

La actual coyuntura influyó para que toda esa tecnología disponible sea utilizada a medias. La mayoría de las cosechadoras tienen sistemas de mapeo de rendimiento, sin embargo cuesta mucho encontrar un mapa de rendimiento bien hecho, almacenado, procesado y ordenado con la información disponible”, añadió Martínez Peck.

LOS CONTRATISTAS

Es evidente que el impacto más fuerte se observo entre los contratistas, que se movían de la mano del pul de siembra, justamente estas empresas son las que desarrollaron la prestación de servicios a través de este sistema de trabajo, porque la mayoría de estos grupos tenían tercer izado casi toda su estructura de producción.

En ese sentido, el primero que siente esa retracción es el contratista. Cambio el modelo del negocio o se tiene que replantear su forma de encararlo. A través de mi trabajo con grandes empresas muchas de ellas son propietarias y a la vez arrendatarias de campos, vemos que se está produciendo una depuración de los precios en el tipo de convenios comerciales y, hay más asociaciones”, resaltó el técnico.

A los pules de siembra hoy no les sirve arrendar campos afuera cuando el precio de los granos “está pinchado”, efecto que se replica en los mini pules o en el caso en que un productor le alquilaba el campo al vecino “porque en una realidad económica como la de hoy queda muy apretado y ahí es donde se cae la prestación de servicios, por eso los contratistas quedaron en una posición delicada”, subrayó Martínez Peck.

FACTORES DESENCADENANTES

El técnico aclaró que no es un analista político, “tampoco son un crítico y menos económico, soy fierrero”, resaltó.

“Pero por lo que veo todos los días y frente a la incertidumbre, al mercado es extraño a las regulaciones excesivas, los capitales se quedan quietos porque hay muchos lugares en el mundo, donde poner capital y en donde se trata que no esté la incertidumbre económica, el que invierte en soja, sabe que la incertidumbre climática la tiene siempre, pero no quiere agregar más incertidumbre a lo que ya es una actividad de riesgo como lo es la agricultura”, insistió.

GANADERÍA

Algunas actividades ganaderas presentan una renta interesante que “podría ser mejor si se abriera la exportación y es posible que nunca se llegue a entender que si se abriera la exportación, la ganadería argentina crecería mucho más”, añadió.

Es cierto que las comparaciones son odiosas, pero en Uruguay la persona que quiere comer lomo lo tiene que pagar al mismo precio que se abona en París, Francia, pero el asado está barato: “Esto hubiera llevado a que en el mercado de la carne argentino los cortes más comunes se pagaran más barato, se hubiera potenciado todo el negocio ganadero y por lógica toda la maquinaría que apunta al negocio ganadero. (Noticias AgroPecuarias)