La medida fue adoptada con el objetivo de reducir los precios de los alimentos que están impulsando la inflación en el vecino país y por los altos precios de ambos granos que están perjudicando los márgenes del sector avícola y porcino.

La suspensión fue adoptada a partir de propuestas presentadas por Ministerio de Agricultura y fue informada en un comunicado por el Ministerio de Economía que conduce Paulo Guedes.

Suspensión de Aranceles
En el caso de la soja, la reducción tributaria temporal tendrá vigencia hasta el 15 de enero de 2021 y se aplica al grano, harina y aceite de soja. Y para el maíz, la suspensión de los aranceles se extenderá hasta el 31 de marzo del próximo año.

Actualmente, el arancel sobre las importaciones de los granos de maíz y de soja desde fuera del Mercosur, bloque conformado por Argentina, Uruguay y Paraguay, además de Brasil, es de un 8 %.

La decisión de eliminar los gravámenes temporalmente se tomó en una reunión  del Comité de Gestión Ejecutiva (Gecex) de la Cámara de Comercio Exterior (Camex), un organismo técnico dentro del Ministerio de Economía encargado de definir los aranceles sobre productos importados y fijar medidas de defensa comercial, entre otras atribuciones.

"Ambas medidas tienen como objetivo contener el alza de los precios en el sector de los alimentos", precisó la cartera económica que conduce Guedes en un comunicado, informó la agencia Reuters.

La suspensión de aranceles se adopta en un contexto de alza en los precios de la soja y el maíz que han impactado en los precios de los alimentos impulsando la inflación en el vecino país y reduciendo consiguientemente los ingresos de los brasileños que ya se han visto afectados por la pandemia de coronavirus.

“Por estos factores, era conveniente buscar una medida preventiva, con el fin de igualar las condiciones de importación de terceros países con Mercosur, fortaleciendo la oferta del mercado interno”, dijo por su parte el director de Marketing y Abastecimiento, Sílvio Farnese.

En el gigante sudamericano, la inflación alcanzó su nivel más alto, impulsada por el aumento de los costos de los combustibles y los alimentos, que llevó a que se disparara un 0,64 % en septiembre, el mayor índice registrado para ese mes desde 2003.

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), los precios en el sector alimentario aumentaron un 2,28 % en septiembre frente a agosto. El organismo estatal, subrayó las fuertes variaciones en algunos productos alimenticios, como el aceite de soja y el arroz, cuyos precios han subido, respectivamente, un 27,5 % y el 17,9 % desde enero.

En este contexto, los altos precios de la soja y el maíz también están perjudicando los márgenes del sector avícola y porcino que depende de ambos granos para la alimentación animal. En este sentido, el grupo de comercio de carne de Brasil, ABPA, que representa a ambos sectores, ya había solicitado la exención el mes pasado.

En esta misma línea, a principios de septiembre, el Ministerio de Economía ya había decidido eliminar aranceles sobre las importaciones de arroz hasta fin de año, en medio de precios récord para el grano.