La ley de biocombustibles se incluyó en el proyecto de ley que envió el Gobierno al Congreso. La iniciativa desregula el mercado y permite la modificación del corte mínimo obligatorio, que podría disminuirse. Además, incorpora a las empresas exportadoras en el mercado local y también a las petroleras.

Los cambios no cayeron bien en las pymes que producen biodiésel, principalmente en las santafesinas. La Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) pidió al gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, que intervenga para frenar estos cambios.

Por su parte, el Centro Azucarero Argentino y la Cámara de Bioetanol de Maíz propusieron a la Secretaría de Energía un plan de desarrollo y que se revea el proyecto de ley. “Queremos abrir el debate con ejes que incluyan más valor agregado federal, más sustentabilidad, y más desarrollo en un marco de mayor competencia y desregulación de la actividad”, manifestó el sector que produce bioetanol a base de maíz y caña de azúcar.

Además, las empresas solicitaron que se respeten las condiciones actuales, ya que las inversiones se realizaron bajo el régimen vigente. Las entidades plantearon que las objeciones que realizaron buscan mejorar el progreso para la producción, el medio ambiente y el entramado socioeconómico.

En el sector del biodiésel fueron más duros. “Estamos en condiciones de afirmar que la aprobación del proyecto de ley constituiría el certificado de defunción de toda la industria pyme de biocombustibles”, planteó Casfer.

La provincia ya tomó nota y analiza la situación. “No podemos permitir que se baje el corte de biodiésel”, contó una fuente del gobierno provincial a Agrofy News sobre la posibilidad de modificar libremente el corte en el nuevo proyecto.

En la Casa Gris siguen de cerca el escenario y sostienen abrir el juego a las importaciones es matar la economía. De esta manera, Pullaro deberá enfrentarse con Milei una vez más por medidas que atentan la producción provincial.

El sector del bioetanol insistió con que veinte plantas elaboradoras, radicadas en siete provincias argentinas, son el resultado de más de 1000 millones de dólares de inversión en el marco de normas que estimularon el uso de bioetanol. Por este motivo, pidieron que se revea le proyecto de ley.

Las pymes del biodiésel ratificaron el compromiso con el desarrollo de las economías regionales y a la diversificación de la matriz energética.  “Aseguramos el abastecimiento energético con menor concentración económica y mayor independencia a factores externos, constituyendo así, los biocombustibles, un pilar fundamental para el desarrollo económico”, concluyó Casfer.