Se dio a conocer la edición de marzo del Informe Económico Mensual, que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School - Universidad Austral.
En cuanto al panorama global, Juan J. Llach señala el optimismo que se observa a nivel internacional respecto a la economía: “Confirmando anticipos propios y ajenos, las proyecciones de enero del FMI son optimistas, aunque diversas. El mundo crecería este año 5,5%, superando la caída del 2020, de tal modo que el PIB global al final de 2021 será algo mayor que el de fines de 2019, y aumentaría 6,1% hasta 2022. A la Argentina le iría peor porque caería 3,8% entre 2019 y 2022, en marcado contraste con la mejora de los países emergentes (8,9%), China (16,7%), los desarrollados (2,3%) y Brasil (1,5%)”.
En lo que hace a la situación de nuestro país, Llach agrega: “Si las vacunas avanzaran con eficacia y rapidez también aquí y se definiera un rumbo de economía mixta como el de la enorme mayoría de países, el mundo sería menos hostil para la Argentina, ayudando a la negociación en marcha con el FMI por un acuerdo de facilidades extendidas y también a la reactivación de la economía.” Y finaliza: “Aun así, es difícil que el acuerdo con el FMI se logre este año, porque las diferencias en materia fiscal son muy importantes y el gobierno hará cuanto esté a su alcance para no arriesgar el resultado de las elecciones, de por sí incierto".
Luchando contra la inflación con las manos atadas
Federico De Cristo, profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, analiza la situación inflacionaria del país puntualizando en las herramientas con las que cuenta el gobierno para lograr su meta anual.
“El 2021 se muestra un año con una amenaza de inflación importante. La emisión monetaria y la imposibilidad de aumentar la oferta de productos importados vía atraso del tipo de cambio real conspiran contra soluciones de más largo plazo. Estos desequilibrios macroeconómicos que impulsarán los precios, podrían ser transitoriamente paliados con atraso de tarifas y programa de gestión de precios, pero no son soluciones duraderas y generan inflación reprimida que tarde o temprano se manifiesta”, señaló De Cristo y concluyó: “Por otra parte, la recuperación de la confianza y poner en caja el déficit fiscal para bajar la emisión son componentes claves para poder combatir la inflación con alguna perspectiva de éxito. Quizás sea un desafío a encarar en 2022 en el marco de un acuerdo con el FMI, pasadas las elecciones”.
En lo que respecta al panorama interno, Eduardo Fracchia señala: “La inflación está instalada en la zona del 4%. En marzo parece que va a ser similar. Los controles de precios no logran llevar al 2% que sería el ideal. Seguramente hasta octubre será cercana a 3% mensual. Al retrasar el dólar oficial parcialmente se controlará la inflación hasta que en algún momento se vuelva a equilibrar el tipo de cambio real de modo abrupto o moderado”.
Y, en lo que hace al panorama político, Fracchia destaca que “en líneas generales hay una visión pesimista de cómo van las cosas en cuanto a la política y la economía en el país. El presidente ha perdido el nivel de la popularidad que llegó a tener al inicio de la pandemia cuando la sociedad cerró filas en la terna Fernández, Kicillof y Larreta”. Y agrega: “La elección va a estar influida por el avance de la vacunación, por la inflación y por la unidad del Frente de Todos. Es clave ganar en la provincia de Buenos Aires y en especial en el conurbano. El que gana la provincia gana la elección para la opinión pública”.
Finalmente, Martín Calveira repasa las principales variables de la coyuntura económica, entre las que se destacan las siguientes tendencias.