En el Día de la Memoria, la vicepresidenta Cristina Kirchner brindó una serie de declaraciones que impactaron negativamente sobre los bonos argentinos, que cayeron cerca de un 3%. Al mismo tiempo, el riesgo país avanzó un 1,1% a 1535 puntos. Las empresas que cotizan en Wall Street también tuvieron caídas casi generalizadas.
Cristina Kirchner señaló que la Argentina "no tiene" plata para pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI) con "los plazos y tasas que ofrecen", justo cuando se está negociando un acuerdo. Además, agregó que el Frente de Todos es "el único espacio político que nunca endeudó a la Argentina y pagó las deudas de todos los otros gobiernos".
"Evidentemente estas declaraciones no ayudan", sostuvo a Cronista Comercial el argentino Diego Ferro, quien trabaja en Wall Street al frente del fondo M2M. "El sentimiento respecto a la Argentina es muy frágil y estructuralmente negativo", añadió.
"Cuando rebotaron los bonos hace algunos días fue un reflejo más que nada del incremento del apetito de riesgo en mercados emergentes cuando paró la suba de tasas. Nada de optimismo a largo plazo. Y las declaraciones demuestran una vez más lo complicado del panorama. Nada nuevo", sostuvo Ferro.
Hace un día, el ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó como "muy productiva" la reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. "Se profundizaron los apoyos a los principios económicos sobre los que se asientan los planes de nuestro Gobierno", destacó el ministro.
En medio de la negociación por la deuda, el FMI otorgará US$ 4.354 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), para aliviar los compromisos de este año y apuntalar las reservas.
Por otro lado, también se conoció formalmente a través de Cancillería que Argentina abandonará el Grupo Lima, "al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada". Por otro lado, "la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar", agregó el comunicado.
"Reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad. Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones", agregan.
"En un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables. Es importante señalar que las sanciones han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos", concluyen desde el Gobierno, dando una señal a Maduro.