Mientras Casamiquela busca venderle más carne a Rusia, desde Comercio Interior intentan parar, con recetas de Moreno, una nueva suba en los cortes al mostrador
por PAULA LÓPEZ Buenos Aires
El Gobierno volvió a apelar a una vieja receta para intentar frenar el alza de la hacienda en pie y evitar un traslado a los valores al consumidor. Decidió frenar permisos para exportar carne vacuna (conocidos como Roe verde) durante dos semanas, mientras releva el comportamiento de los precios en el mercado de Liniers y otros centros concentradores.
Un empresario exportador que prefirió el anonimato le dijo a El Cronista que ayer hubo reuniones técnicas con el equipo de Augusto Costa ante la preocupación oficial por la escalada en los precios del novillo y los terneros, que superan el 20% en los últimos diez días. Y remarcó que no hay ninguna resolución tomada sobre un freno a las exportaciones cárnicas. Indicó que en los próximos días habrá nuevos encuentros para acordar mecanismos.
Sin embargo, otras fuentes de la industria y la producción aseguraron que la orden existió, que regirá por 15 días, y que incluso hoy habrá inspecciones de la Secretaría de Comercio en el Mercado de Hacienda de Liniers.
Las subas de los últimos días en el ganado en pie derivarán en un incremento de entre $ 4 y $ 5 en la media res y, según los cortes, de entre $ 6 y $ 8 por kilo al mostrador.
La noticia del freno exportador se conoció en momentos en que el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, está en Rusia buscando abrir ese mercado a los cortes carnicos y otros alimentos que el gobierno de Vladimir Putin dejará de adquirir en Estados Unidos, por el conflicto con Ucrania.
Hoy la exportación cárnica argentina representa apenas el 6% de la faena total. Eso derivó en crisis de la industria, cierre de más de 130 frigoríficos, que afectó unos 15.000 puestos de trabajo.
Costa sabe menos que (su antecesor) Guillermo Moreno y hace lo mismo, como definió Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra).Es que el cierre exportador ya lo probó Moreno: desde 2006 ese mercado estuvo intervenido y sólo se habilitaban Roes garantizando abastecimiento interno a precios populares, con el ganado en pie con precio fijo en $ 3 por cuatro años, que a fines de 2009 se disparó a $ 10 y hoy, tras otros cuatro años de precios congelados, se ubica en torno a $ 17 el kilo vivo.
La carne no aumenta por las exportaciones, que son mínima. Aumenta porque no hay animales para faena. Es un problema estructural, enfatizó el dirigente agropecuario Néstor Roulet.
La ganadería está en un proceso de liquidación (a junio por octavo mes, las hembras enviadas a matadero estuvieron por encima del 43% del total) y los empresarios creen que la situación solo se revertirá con una importante alza de precios que devuelva la rentabilidad a los productores.