21/04/2022

Ucrania deberá desminar muchos campos y la siembra de cereales podría caer hasta un 70%

El país que enfrenta la invasión rusa es el mayor productor y exportador de aceite de girasol del mundo, el quinto mayor exportador de trigo y uno de los tres principales exportadores de maíz y cebada. AGROFY NEWS

Los productores ucranianos sembraron 2,5 millones de hectáreas de cultivos de primavera en lo que va de 2022, el 20% del área esperada, dijo el jueves el Ministerio de Agricultura, y agregó que las áreas de intenso conflicto podrían ver una caída del 70% del área de siembra.
Según indica Reuters, Ucrania ha dicho que el área de siembra de primavera de 2022 podría caer un 20% debido a la invasión rusa. El ministerio dijo que la disminución podría alcanzar entre un 30% y un 40% en las regiones del norte, ya que deberán ser desminadas.
“La situación más difícil está en las regiones temporalmente ocupadas y donde continúan las hostilidades activas: Luhansk, Donetsk, Zaporizhia y Kherson”, dijo el viceministro Taras Vysotskiy, citado por el ministerio. El funcionario agregó que el área de siembra en esos lugares podría caer entre un 60% y un 70%.
Reuters comenta que el ministerio no dio pronósticos de cosecha de granos para 2022 ni perspectivas para las exportaciones.
Ucrania es el mayor productor y exportador de aceite de girasol del mundo, el quinto mayor exportador de trigo y uno de los tres principales exportadores de maíz y cebada.
La producción de trigo en 2021 fue de alrededor de 32 millones de toneladas, con otros 50 millones de toneladas para los otros tres productos básicos.
La falta de cereales ucranianos en los mercados mundiales ha hecho subir los precios de los alimentos en todo el mundo.
Jakob Kern, coordinador de emergencias del Programa Mundial de Alimentos en Ucrania, citó el martes estimaciones de que el 20% de las áreas plantadas en Ucrania no se cosecharán en julio y que el área de siembra de primavera será aproximadamente un tercio más pequeña de lo habitual.
Rusia llama a su incursión una “operación militar especial” para desmilitarizar y “desnazificar” Ucrania. Kiev y sus aliados occidentales lo rechazan como un falso pretexto.