“Para sembrar los cultivos en la nueva campaña, se requiere entre 20% a 50% más de capital que en 21/22, siendo los más afectados los cereales de invierno, donde el aumento en fertilizantes y fitosanitarios es en torno a 80% y las semillas cerca de 30%”, señala el informe.
Y añade: “Esto se debe a que los mayores incrementos en los precios de insumos sucedieron posterior a la siembra del ciclo pasado”.
En cuanto a los cultivos de verano, el que asoma más perjudicado es el girasol, debido a un alza del 42% en las semillas, mientras que los costos generales para el maíz aumentan 25% y, para la soja, 22%.
No obstante, vale mencionar que todavía restan varios meses hasta que comiencen esas siembras, y hay variables que pueden seguir perjudicando la ecuación económica del agro.
“Teniendo en cuenta la problemática del combustible que se registra en plena cosecha gruesa 21/22, habrá que ver cómo evoluciona el costo de los servicios pesificados”, remarca el documento al respecto.
No obstante, difícilmente los granos gruesos sufran un aumento tan alto como el del trigo, debido a que parte de los incrementos que está sufriendo el cereal –sobre todo de fitosanitarios y fertilizantes– ya impactaron en la soja y el maíz de la campaña actual.