Ritmo lento de las ventas de soja. LA NACIÓN
En el peor momento para el Gobierno, entrando en el periodo que más necesita los dólares del campo, los productores de soja están comenzando a reducir la oferta de grano disponible. No se trata de una maniobra especulativa, pues en el mismo periodo las ventas del maíz físico mantienen un volumen estable. Se trata del sentido común del productor, que negocia el producto con mejor precio relativo, en este caso el maíz. Venden soja aquellos productores que no tienen la alternativa de vender el maíz, por no figurar en su portfolio de existencias.
En las últimas cuatro semanas los productores de soja vendieron por un total de 2,151 millones de toneladas equivalentes a US$802 millones. El dato a destacar es la tendencia decreciente de las ventas semanales, donde se manifiesta la caída en la oferta de soja disponible. En la semana uno del período los productores vendieron 652.000 toneladas; luego, en la semana dos, las ventas llegaron a 623.000 toneladas. Y fue a partir de la semana 3 y 4 cuando la oferta cayo a un promedio semanal de 430.000 toneladas.
En el caso del maíz, los productores vendieron en las últimas cuatro semanas un total acumulado de 2,711 millones de toneladas, por un equivalente de US$455 millones. En este caso, las ventas de los productores en las semanas uno, tres y cuatro promediaron las 740.000 toneladas semanales. Mientras que en la semana dos, la oferta se redujo a 471.000 toneladas.
Entre la soja y el maíz los productores vendieron un total de 4,9 millones de toneladas por un valor equivalente a US$1257 millones en el período 15 de julio/12 de agosto. Es de esperar que de aquí en adelante el volumen de ventas de ambos productos se reduzca y que entremos en un período con baja sostenida en el ingreso de divisas.
La mejora en los precios de la soja disponible, acariciando esta semana los US$250 por tonelada, puede considerase uno de los factores de la caída en la oferta disponible. Recordando la cultura del productor, que nunca vende en mercados en suba. Hoy los productores tienen en su poder 18,5 millones de toneladas de soja física disponible, y 8,2 millones de toneladas entregadas a fijar y sin precio.
En total el productor tiene soja sin "pricear" por un total de 26,8 millones de toneladas, equivalentes a US$10.000 millones. Mientras que en el caso del maíz el volumen "sin precio", físico propio y entregado a fijar, llega a 13 millones de toneladas por US$2200 millones. A partir de ahora el sector en su conjunto deberá recibir ciertos estímulos de parte del Gobierno que bajen el elevado grado de incertidumbre que los productores y demás actores de la cadena perciben.
El Gobierno tiene la bala de plata y todavía no se ha dado cuenta. Si el presidente del Banco Central no quiere aplicar una devaluación brusca del dólar oficial por temor a un aumento en espiral de la tasa de inflación, hay una forma de mejorar el tipo de cambio para los productores de soja. Una forma que la mejora del dólar a los productores de soja no impacte en la tasa de inflación ni en los precios internos es que el Gobierno vuelva a reimplantar el diferencial arancelario del complejo soja, bajando en tres puntos las retenciones al aceite y a la harina de soja, o mediante un sistema reembolsos a la exportación. De esa forma el Gobierno podrá mostrar realmente al sector su voluntad de mejorar los márgenes del negocio de la soja, que en muchas zonas agrícolas han dado resultados negativos, generando fuertes pérdidas reales.
El autor es fundador de Guru Market
Por: Pablo Adreani