Hay 2.6M de toneladas pendientes de cargar, y el grano no aparece. ¿Quién se hará cargo del costo financiero? . PUNTOBIZ.
Si bien la tensión con las entregas de maíz comprometidas aflojó un poco en los últimos días luego de una primera tanda de incumplimientos y anulaciones de contratos a raíz de las inundaciones, el problema no está solucionado y se espera que para los próximos días vuelva a elevar la temperatura del mercado de granos local.
Es que según los números que se manejan hay 2.6M de toneladas de maíz pendientes por cargar en los barcos por lo que se necesitarían entregas diarias de unos 2.000 camiones en los puertos de la región cuando, con toda la furia, están llegando a razón de algo más de 1.000,
“En el maíz hay dos fechas de negocio principales, marzo/abril para el maíz de primera, y julio para el tardío o de segunda. El problema fue que con las lluvias en abril en gran parte del área no se puedo trillar, y en lo que va de mayo está complicado, porque se le da prioridad en la trilla a soja, que tiene posibilidad de deterioro mayor y que también va lenta. Pero los barcos están esperando y como el costo financiero de tenerlos amarrados es alto, los exportadores deben salir a comprar maíz para cubrirlo, pero no hay y los precios se disparan”, cuenta Dante Romano, analista del mercado de granos. “Por eso a los contratos más viejos sin entregar se los quiere anular, y recomprarlo a otra gente. La anulación se está haciendo a precios altísimos, de $2900 la tonelada y eso es lo que hace subir el precio disponible, pero a su vez hace que la gente que puede mandar maíz esté a la pezca de estos negocios de reemplazo de mercadería que les permite al exportador cumplir los negocios”, agrega.
Y como a fin de mayo se vencen muchos contratos, asoma que el problema con el maíz no terminó y puede seguir sumándole stress financiero a los productores de las zonas santafesinas más comprometidas por las lluvias. Es que el productor vendió mucho maíz entre enero y marzo (hubo un boom tras la quita de retenciones) a precios que iban de los u$s130 a u$s 150 y como ahora, tras el temporal, no puede entregar por la demora en la trilla tendrá que pagarla diferencia contra los u$s 180 que cotiza por la menor oferta y al que lo consigue el exportador que necesita cargar y cumplir con sus despachos. Y si bien al menos en estos días el maíz disponible ya no está en los u$s 200 de hace unas semanas, el costo financiero es alto por la anulación. Y eso no es todo: cuando el productor finalmente tenga al grano en su mano tras la cosecha los precios que se encontrará estarán en torno a u$s160, según cotizaciones en los mercados a término para junio.
Esta situación que genera tensión financiera en productores de zonas afectadas por el desastre hídrico, arroja, por otra parte, claros ganadores: quienes tienen maíz en zonas secas. En efecto, hay productores de gran volumen que estuvieron sacando hasta u$s190 por tonelada vendiendo con descarga inmediata ante la desesperación de los exportadores por hacerse del grano. Y, por otra parte, entre los compradores también hay ceño fruncido por algunas maniobras especulativas de operadores que no les entregan el maíz comprometido (que lo tienen cosechado y almacenado) pero cuando salen a buscar disponible para reemplazar se encuentran con que mágicamente brota el grano a precios mayores. No en vano llevaron días atrás el precio a u$s200 para que la diferencia a pagar se tan alta que desactive las especulaciones.