24/06/2019

La soja local se divorció de Chicago

A diferencia de Estados Unidos, donde en el último mes el valor subió 30 dólares, en Argentina sólo mejoró cuatro dólares. AGROVOZ

Pablo Adreani

El combo entre caída de la exportación de poroto de soja y la fuerte pérdida de competitividad del sector aceitero es una doble pinza que impide la recuperación de los precios de soja en nuestro mercado local. Un fenómeno que contrasta con las subas del precio internacional.
En el último mes, el precio de la soja en Chicago para la posición julio aumentó 30 dólares por tonelada hasta llegar a 331 dólares, mientras que en la Argentina, la soja disponible subió sólo cuatro dólares para cotizar a 230 dólares por tonelada. Las cotizaciones de la soja estadounidense en el mercado FOB sobre el Golfo de México, principales puertos de exportación del país del Norte, acusaron una suba mayor: de 27 dólares para llegar a un valor actual de 356 dólares por tonelada. Mientras que el precio de la soja FOB Up river también mejoró 27 dólares y vale 349 dólares.
Diferencias
Este divorcio entre lo que sucede en el mercado de soja en Estados Unidos y nuestro mercado obedece a la influencia de distintos factores internos y externos que impactan en distinta forma en cada uno de ellos.
Ahora, ¿por qué la mejora de la soja en Chicago y en el FOB Golfo de México no se traslada a la suba en nuestro mercado? La respuesta la tienen los barcos; en estos momento el line Up de vapores para cargar en los puertos de Upriver llega a un total de 250 barcos, entre nominados, a la carga, en espera y en rada. De los 250 barcos sólo cinco barcos están nominados para cargar soja. Esta es la respuesta de por qué el precio de nuestra soja no acompañó la suba registrada en el mercado internacional.
No hay demanda de los exportadores para comprar poroto de soja pues no hay compradores por soja Argentina.
Los compradores del exterior, en su mayoría China, han decidido elegir a Brasil como el principal abastecedor de poroto de soja junto con los Estados Unidos, y este es el principal motivo de porque nuestro mercado no refleja la suba registrada en Chicago.
En cambio hay 62 vapores para cargar harina de soja y 27 vapores para cargar aceite de soja, entre nominados, a la carga, en espera y en rada. Esto demuestra que la principal demanda de exportación hoy, es por harina y aceite de soja, y es la industria aceitera el principal centro de la demanda.
Sabemos que las aceiteras han perdido el diferencial arancelario, que le daba ciertas herramientas de protección ante las grandes potencias, como los Estados Unidos, China y la Unión Europea. Pero la mayor pérdida en la competitividad del sector aceitero, se produjo cuando el Gobierno aplicó la retención de cuatro pesos por dólar exportado. Con esta medida las plantas procesadoras de soja incrementan sus costos operativos y de producción, al gravarse el mayor valor agregado que generan.
En definitiva la pérdida de competitividad de la industria aceitera debe ajustar hacia abajo los precios de compra de su materia prima: la soja. De lo contrario el proceso industrial entra en pérdida, con el riesgo de cierre de plantas y perdida de los puestos de trabajo.
En maíz hay 71 barcos entre nominados, a la carga, en espera y en rada. Y aquí si el mercado de maíz disponible está reflejando el aumento que se viene produciendo en el precio internacional del maíz. En el último mes, el maíz en Chicago para la posición julio aumentó 20 dólares y hoy cotiza a 173 dólares por tonelada.
El mercado de maíz disponible en nuestro país copió la misma suba registrada en Chicago; hoy el disponible cotiza a 165 dólares por tonelada, contra 145 dólares a mediados de mayo, con una ganancia acumulada de 20 dólares en el mes. Aquí, el principal factor de suba del maíz en Chicago ha sido el factor climático, como consecuencia de las excesivas lluvias y de la humedad de los campos que han impedido cumplir con la intención de siembra inicial.
Se agrega a ello el último estimado del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que redujo la cosecha de maíz estadounidense en 34 millones de toneladas.