Los precios de la soja tienen alicientes para la baja pese al contexto favorable. Por Manuel Alvarado Ledesma | AGROSITIO
Que estamos pasando una suerte de siesta, luego de haber alcanzado récords de precios a principios del mes pasado, nadie duda.
Y en este ambiente de sosiego, los tenedores de soja en la Argentina, venden a cuenta gotas, aún cuando crean que el precio tiende a la baja a medida que nos acercamos a la cosecha de América del Sur.
Pero no es que, al momento de vender, ellos se muevan con tanta cautela. Hay que recordar que el volumen disponible, dada la tremenda baja sufrida en la cosecha de la campaña finalizada, es sustancialmente bajo.
De hecho el saldo disponible es mucho más reducido que el correspondiente al año pasado para esta fecha. Ahora habría cerca de 4 millones de libre disponibilidad, y el año anterior, más o menos 9 millones de toneladas. Y el promedio de los últimos cinco años es algo más de 7 millones.
Esta particularidad obstaculiza mayores bajas en los precios locales.
La siesta puede dilatarse e incluso profundizarse. También puede revertirse y, como en un trampolín, los precios pueden retomar la senda alcista.
Para profundizar la siesta, los preocupantes vaticinios que acaba de publicar el Fondo Monetario Internacional (FMI), aportado nuevos somníferos a los valores, en un mundo donde las tasas de riesgo de las principales economías tienden a crecer. Sobre todo las de la U.E.
Así la soja debe someterse a las presiones contrapuestas del comportamiento de los fondos y de lo que pasa con la cosecha en EE.UU. que avanza sin pausa.
La trilla ya ha llegado a más o menos la mitad de la superficie. Y lo que está sorprendiendo es que si bien se registra una fuerte caída en los volúmenes, ésta es un poco menor a la esperada. Pese a la persistente sequía, el volumen de soja no caído tanto como se aguardaba.
Con relación a la trilla, es destacable el ritmo de acción. Es, en rigor, récord. Ha llegado a cerca del doble del avance promedio de los últimos cinco años.
Respecto a lo que se calculaba al inicio de la campaña de trilla, hoy se estima que habrá un volumen superior en más de 5 millones de toneladas. Este número es un considerable factor de presión a la baja sobre los precios.
Por ejemplo, Informa Economics pasó a estimar un nuevo volumen. Antes calculaba 72,5 millones y ahora, 77,8 millones de toneladas.
En tanto, INTL FCStone habla ahora de 77, 5 millones cuando hasta hace poco sostenía que la cosecha llegaría a 71,7 millones de toneladas.
Con este cuadro, el mercado se debate entre un presente de escasez y un futuro con un importantísimo aporte de América del Sur.
Con El Niño en acción, se prevé un régimen de humedad satisfactorio para un exitoso desempeño de la soja en la región.