22/11/2022

La sequía no terminó y sigue influyendo sobre los planes de siembras y sobre los precios

Como están dadas las cosas, es probable que en esta próxima cosecha el maíz de segunda o tardío ocupe el 70% del área a cubrir y genere una mayor oferta en junio/julio. Pablo Adreani. LA NACION
 

Las lluvias ocurridas en la semana del 26 de octubre no tuvieron la cobertura ni la cantidad de milímetros caídos suficientes como para confirmar que se cortó la sequía. Por el contrario, las elevadas temperaturas, en rangos de 30 a 37°, ocurridas en casi todo el país en los días posteriores a las lluvias, hasta el 17 de noviembre, en muchos casos han consumido prácticamente toda la humedad de los suelos.

De acuerdo con el análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), a través de la Guía Estratégica para el Agro, “el patrón de lluvias benefició el oeste de la región pampeana, pero dejó un promedio de lluvias en la región núcleo de 29 milímetros, beneficiando efectivamente al 25% de la zona y con insuficiencias en el 75% de los casos. Se destacaron las marcas vistas en el sudoeste de Córdoba, que alcanzó acumulados de 50 a 70 mm. Sobre todo, lo sucedido en Río Cuarto, con 140 mm acompañados de granizo. El informe indica para el centro-oeste de Buenos Aires entre 30 y 40 mm, mientras que en La Pampa los registros alcanzaron de 50 a 60 mm”.

Si se cumple la evapotranspiración esperada, para este fin de semana se habría acabado esta recarga: se espera para estos días una evapotranspiración en torno de los 5 mm diarios (en 6 días se pierden los 30 mm promedio registrados en la región).

Se debe agregar otro factor clave, como los pronósticos de lluvias para la segunda quincena de noviembre, solo el sudoeste de Buenos Aires y las regiones NOA y NEA recibirían lluvias entre el 21 y 22 de presente mes, el resto de las zonas productivas, el 90%, no recibirían lluvias. Esto confirma en que la sequía todavía no se cortó, por el contrario, avanza con mayor agresividad debido a las elevadas temperaturas que ya se están registrando.

Otro informe de la BCR indicaba que, en el actual contexto de sequía combinada con elevadas temperaturas, la superficie que resta sembrar con maíz es la más alta de la que se tenga registro: alcanza el 83% de la superficie objetivo, 6 millones de hectáreas, un máximo histórico. De concretarse las intenciones planeadas por los productores, el maíz argentino 2022/2023 será, prácticamente, tardío. Ante esto, la entidad indica que hay mucha incertidumbre sobre el abastecimiento para marzo y abril.

Otra de las consecuencias de la sequía, además de afectar negativamente los rindes y la producción como sucedió con la cosecha de trigo, es el freno absoluto de las labores de siembra de los maíces tempranos, como lo indica el informe de la BCR.

La menor siembra de maíces tempranos impacta en la menor oferta en cosecha durante febrero/marzo 2023, cambiando en forma radical el patrón histórico de comercialización del cereal argentino. Como están dadas las cosas, es probable que en esta próxima cosecha el maíz de segunda o tardío ocupe el 70% del área a sembrar y genere una mayor oferta en cosecha tardía durante junio/julio. Esto tiene implicancias en las exportaciones de maíz de la Argentina, corriendo la ventana de mayor oferta para el mercado internacional de marzo/abril a junio-julio.

El mercado de maíz nuevo muestra síntomas de firmeza y el dato de que la posición abril (US$259 por tonelada) se cotice con una prima de US$14 respecto del maíz disponible (US$245) rompe con la teoría del trading, que marca que los precios de la cosecha nueva siempre están por debajo de los de la cosecha vieja. En esta oportunidad la teoría del trading no está funcionando.

El autor es presidente de Pablo Adreani y Asociados

Pablo Adreani