28/11/2017

La sequía golpea la siembra de soja y maíz en Córdoba

Según la Bolsa de Cereales provincial, si no hay lluvias podría recortarse el área para la oleaginosa. LA NACIÓN

CÓRDOBA.- La sequía que se registra en casi todo el territorio provincial afectaría el avance de la siembra de soja y, en menor medida, lo que resta implantar con maíz. La Bolsa de Cereales cordobesa estimó que serán cruciales las próximas semanas en materia de lluvias, ya que podría recortarse el área sembrada con soja.
Los reportes del Servicio Meteorológico señalan niveles de agua extremadamente bajos en la mayor parte del territorio cordobés con estadios de sequía, de acuerdo al agua útil disponible.
Sobre esa información, Silvina Fiant, técnica de la Bolsa de Cereales indicó que se realiza siembra de maíz en el extremo sudeste de la provincia, que equivale al 30% del total y que, en general, es un área de implantación temprana.
"El resto espera fechas más tardías y la sequía condiciona la oportunidad o posibilidad de siembra", explicó. Para esta campaña, la superficie sembrada de maíz se estima 6% superior que la de la anterior, con unas 2,4 millones de hectáreas.
En el caso de la soja, la proyección es similar. "Las lluvias serán determinantes para la continuidad", señaló Fiant. La Bolsa calcula para esta campaña un recorte en el área de siembra de 3% , con lo que quedarán unas 4,1 millones de hectáreas. "Donde no logre sembrarse soja es posible que aumente el maíz que, además, tiene el acompañamiento de los precios".
La situación de la reserva hídrica en las diversas regiones.
El último informe de la Bolsa de Rosario destaca que la falta de agua ya se siente en la región central y Córdoba es la provincia más afectada. "El tiempo seco y ventoso, con tormentas que sobrevuelan y amenazan con desatar un diluvio y luego no dejan agua, ya deja a la mitad de la provincia en sequía", indicó.
Para el cultivo de trigo, la afectación por la sequía es "mínima", apuntó Fiant, porque está en los últimos estadios. El trigo tiene una cosecha proyectada de 3,8 millones de toneladas (24% menos que en la anterior, pero aun así la segunda récord en los últimos cinco años). El rendimiento estimado es de 31 quintales por hectárea (35 la campaña anterior).
En el garbanzo la situación es mala. De las 65.000 hectáreas sembradas se perdieron 28.000 por dos situaciones claves, las bajas temperaturas de junio y julio y el bajo nivel de agua. Hay un recorte fuerte en el rendimiento que se calcula en 13 quintales por hectárea contra 25 del año pasado.
En ese contexto, la disminución proyectada es del 66% interanual en producción, serán unas 48.000 toneladas contra el récord del año pasado de 140.000.