09/01/2017

Entre inundaciones y sequía, la soja ya se ve comprometida

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó en 300 mil hectáreas su estimación de superficie sojera nacional. Muchos lotes necesitan reimplantarse y la ventana de siembra está por cerrar. AGROVOZ

El clima fue el principal enemigo para la producción de soja el año pasado y 2017 no ha arrancado con una tónica diferente: ya sea por las excesivas lluvias en algunas zonas o por la falta de ellas en otras, los indicadores de la oleaginosa para la campaña 2016/17 ya se ven comprometidos.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, por ejemplo, redujo en 300 mil hectáreas su estimación de siembra: hasta la semana pasada esperaba 19,6 millones de hectáreas y ahora ubicó el área en 19,3 millones, 4 por ciento por debajo de las 20,1 millones del ciclo 2015/16. 
Inédito en 30 años: 200 milímetros de lluvias más que lo normal
Una "catástrofe" climática que enciende un "alerta roja" en el campo
Sequía perjudicial
El motivo de este achique es que, ya casi finalizada la ventana de siembra en el sudeste de Buenos Aires, la prolongada sequía que viene sufriendo esta zona hace que no se haya incorporado gran parte de la soja de segunda que se esperaba.
En su informe semanal de estimaciones agrícolas, en tanto, el Ministerio de Agroindustria agrega que en Tandil se ha detectado un desarrollo muy pobre de las plantas; y que en Tres Arroyos la siembra tanto de primera como de segunda, está frenada por la falta de humedad. “Se necesitaría una lluvia moderadamente abundante, para que una buena parte de los cultivos de granos de cosecha gruesa, se puedan desarrollar adecuadamente. Es una situación que, de persistir unos días más llevaría a los cultivos a una situación de perjuicio irrecuperable”, agrega el reporte.
Lo mismo sucede en Veinticinco de Mayo, donde se resembraron lotes de primera afectados por stress hídrico, sobre todo lotes de ciclo corto los que no presentaban mucho desarrollo durante las últimas semanas.
Las inundaciones también
Pero no sólo la falta de agua causa problemas, sino también las inundaciones que se mantienen en vastas zonas productivas de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y norte de Buenos Aires. Según la Bolsa de Cereales, “la evolución del clima también será un factor crítico a fin de concretar los planes de siembra aún pendientes sobre el centro de la región agrícola durante las próximas dos semanas”.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario agrega al respecto que “un 10 por ciento de la oleaginosa en la zona núcleo se encuentra entre regulares y malas condiciones”, debido a los anegamientos.  El informe semanal para la zona núcleo de esta entidad sostiene que hay varias zonas que “no soportan un solo milímetro más”, como es el caso del sudeste de Córdoba, en cercanías de Noetinger.
Agroindustria añade que en Marcos Juárez las lluvias fueron suficientes para complicar y llevar los niveles de la napa a valores preocupantes. “Todavía no se está en la situación de hace un año, pero ya hay muchos lotes encharcados, con la consiguiente pérdida de plantas”, menciona el informe oficial.
Santa Fe, peor
El corazón sojero santafesino también muestra problemas a raíz del exceso hídrico. En Casilda, por ejemplo, “se observan amplias zonas afectadas, con plantas amarillentas a causa de la asfixia radicular y un aumento en la profusión de Yuyo Colorado, que requiere de la necesidad imperiosa de su control, con el agravante de que no hay piso para el tránsito de maquinaria de fumigación”, menciona el documento de Agroindustria.
Allí, además, “en un corto lapso de tiempo se pasó de una situación de déficit hídrico que no permitió terminar la siembra a un estado de saturación de suelos que invalida cualquier labor, a la vez que pone en serio riesgo a la superficie implantada sobre campos bajos o lotes con influencia de napas cercanas a la superficie”.
Otra zona donde la soja no se implantará en la superficie que se esperaba es Rafaela. “Las intensas lluvias que se vienen sucediendo impiden la finalización de la siembra de los lotes que aún quedan pendientes -principalmente de segunda-, aunque se estima que en las zonas más afectadas por los excesos hídricos y dado lo avanzado de la época normal no se concretaría la intención prevista, al igual que algunas resiembras de lotes planchados por las recientes lluvias”, concluye el relevamiento del Gobierno.