08/05/2017

En la zona núcleo, “la campaña cierra con tormenta de telón de fondo”

Es la evaluación de la Bolsa de Comercio de Rosario para la cosecha de soja. Menores precios y rindes, y mucha superficie perdida, afectan el balance comercial. AGROVOZ

La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario aseguró este viernes que “las ilusiones de tener una supercosecha quedaron desbaratadas”, debido al perjuicio que han provocado las lluvias en algunas regiones que integran la zona núcleo.
En su informa semanal, la GEA estimó que el avance de la cosecha de soja en los territorios más productivos del país llegó al 92 por ciento y, si bien hay zonas en las que el efecto de los excesos sobre los rindes no fue tan importante, “hay áreas del sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires que sufrieron caídas contundentes”. 
Negocio complicado
“La campaña cierra con tormenta de telón de fondo. Menores precios y rindes, y mucha superficie perdida —unas 600 mil hectáreas— están afectando directamente el balance comercial. En campos alquilados los costos de indiferencia a duras penas se cubren. Los que han arrendado sin discriminar superficie perdida por excesos son los que han quedado más vulnerables”, resume el reporte rosarino.
La situación dista de lo que sucede en otras zonas del país, como el centro-norte de Córdoba, donde los rindes están cerca de su pico histórico, de acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que ratificó además que los altos rendimientos del norte compensarán las pérdidas de la zona pampeana.
Rindes flojos
Según la GEA, el norte de Buenos Aires es la zona más rezagada en la cosecha, debido a la falta de caminos o de piso para ingresar las cosechadoras, pese a que pasaron 12 días sin lluvias. 
Los rindes, conforme este reporte, rondan los 38 quintales por hectárea, por debajo de lo que se esperaba al inicio de la campaña. 
“Algunos comentan que esto fue determinado por el estrés térmico en pleno llenado y también por el efecto de las lluvias, que para algunas zonas marcó fuertes caídas de rindes”, señala el informe.
Y agrega: “En esta campaña marcada por grandes pérdidas de áreas y bajos precios, el factor que necesariamente tenía que hacer la diferencia era el rinde, y este ha terminado cediendo quintales que eran fundamentales para hacer la diferencia en campos arrendados”. 
En soja de segunda, hay mucha disparidad: los lotes sembrados a tiempo sorprenden con resultados apenas más bajos que los cuadros de primera; pero también están los implantados en enero que tienen perspectivas de apenas 10 a 15 quintales por hectárea.  
¿Y el maíz?
De acuerdo a la GEA, los rindes de maíz también cedieron en la zona núcleo: con un progreso de cosecha del 87 por ciento en cultivos de primera, se afianza un promedio de 90 quintales por hectárea. 
“Gran parte de los lotes se vieron afectados, en mayor o menor medida, por el estrés térmico e hídrico en plena floración. Los cuadros que mejor expresaron rindes tuvieron una combinación exitosa de fecha de siembras más retrasadas, mejor tecnología aplicada y lotes que desagotaron con más eficiencia los excesos pluviales”, menciona el reporte semanal. 
Y concluye: “Ahora las expectativas se ponen en los maíces tardíos y en los de segunda. Puede haber rendimientos muy interesantes, con rindes semejantes o aún mayores que en los de primera”.