Las abundantes precipitaciones generaron un salto en el rinde promedio del cultivo. CLARÍN

Tras la difusión de un video que muestra un monitor de rendimiento marcando hasta 197 quintales de maíz por hectárea en la zona de Corral de Bustos, un productor del centro de Córdoba envió una grabación a Agrovoz que también sorprende: más de 220 quintales, con picos de 250.
Se trata de un campo ubicado entre Carrilobo y Sacanta, donde a fines de febrero se comenzaron a recolectar híbridos sembrados entre el 17 y el 20 de septiembre del año pasado, con una mezcla de 200 kilos de fertilizante: 150 de urea y 50 de fosfato diamónico.
Estos altísimos valores se lograron en el bajo del establecimiento, donde la oferta de agua fue abundante para el cultivo.
El productor relató que en 2017, la última cosecha con buenos valores, el promedio de ese campo fue de 140 quintales por hectárea. Cuando aún restan por levantar 100 hectáreas, la media de rindes actual se ubica en 165 quintales.