07/08/2020

El trigo, en situación “preocupante” en Córdoba: un tercio de los lotes está regular o malo

Así lo señala un informe de la Bolsa de Cereales provincial. Entre mayo y julio, las lluvias estuvieron 60 por ciento por debajo del promedio histórico. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

La Bolsa de Cereales de Córdoba advirtió que es “preocupante la situación de los cultivos invernales” en la provincia, sobre todo el trigo, a raíz de la falta de lluvias ocurrida desde que comenzó el otoño.
De acuerdo con los registros de la entidad bursátil, entre mayo y julio las precipitaciones caídas estuvieron un 60 por ciento por debajo del promedio histórico: no hubo ningún departamento en el que los pluviómetros marcaran más agua que en otros años.
 

 
“Esta situación produjo un déficit hídrico generalizado que afectó en distintos grados a los cultivos invernales causando retraso en su desarrollo. Si bien aún el trigo y el garbanzo no están en los estadios más sensibles a la sequía, la situación podría volverse más grave de continuar estas condiciones”, estimó la Bolsa. 
A esta falta de agua se agregaron, además algunos daños por frío, debido a las heladas que sacudieron a Córdoba en las últimas semanas de julio.
Lo concreto es que, según los reportes de la Red de Colaboradores que tiene la Bolsa, el 32 por ciento de la superficie triguera sembrada en Córdoba (1,2 millones de hectáreas) está en condición regular o mala. 
 

En el garbanzo, que sufrió un fuerte derrumbe en la siembra hasta solo 17.800 hectáreas, “el cultivo desarrolla sus primeras hojas en un contexto climático desfavorable, pero manifestando un mejor estado general que el trigo: solo un 10 por ciento del área se muestra en estado malo o regular”.
Rindes
Para Ricardo Maich, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC), la situación es particularmente crítica en el centro-norte de Córdoba.
“El combo por delante pone en aprietos a todos los cultivos invernales sembrados en secano. La primera semana de agosto será una espada de Damocles sobre los pocos lotes de trigo, que en el mejor de los casos llegarán a 20 quintales por hectárea. El garbanzo, entre cinco y diez quintales”, lamentó Maich.
Agronómicamente, hubo varios factores que hicieron de ésta una campaña muy complicada: se comenzó con una agua útil almacenada en el suelo de apenas 60 por ciento de la capacidad de campo, cuando por lo general se parte con el 75 por ciento; y al momento de la siembra de principios de mayo los primeros 20 centímetros de suelo estaban más secos que el resto del perfil.


Por esta razón, precisó Maich, la emergencia de plántulas fue muy irregular; de alrededor del 50 por ciento de las semillas implantadas; y en el caso de los planteos más tardíos (fines de mayo), la merma sería mayor (70 por ciento). 
Como factor adicional, esta falta de agua impacta en las estrategias de nutrición que son claves para engordar los rendimientos del cereal. “Se tiró plata fertilizando el trigo”, graficó Maich.  
E insistió: “Lo crítico de este año es que en mayo no llovió, literalmente, nada. El cultivo se implantó a duras penas. Aún lloviendo los milímetros que deberían llover en junio y julio, el cultivo no lo hubiese aprovechado”. 
Zona núcleo
Este panorama crítica también fue descripto por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario en su último informe para la zona núcleo.
“Los cuadros en condición regular ascienden a 280 mil hectáreas en la zona núcleo. Están concentradas principalmente en el este cordobés y centro sur santafesino, las aéreas con mayor incidencia de la sequía. También descendieron en 10 puntos porcentuales los lotes que estaban en muy buenas condiciones hace una semana atrás, representando ahora solo un 20 por ciento del área total”, señaló esta entidad.
Por otro lado, lamentó que la posibilidad de un nuevo incremento del área sembrada que se planteaba a principios de la campaña, se desplumó por las bajas lluvias.
En la región más productiva del país, al final se implantaron alrededor de 1,6 millones de hectáreas de trigo, un 10 por ciento por debajo del ciclo 2019/20.  


 

Un problema en este contexto es que el pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no es auspicioso: Córdoba y gran parte del centro del país se mantienen en zona de precipitaciones por debajo de lo normal.