25/04/2017

El mercado de la soja, en “stand by” por lluvias y precios frenados

La comercialización de la oleaginosa se ve afectada por el atraso de la cosecha y la retención de granos de los productores por el bajo precio, afectado por el retraso del tipo de cambio. AGROVOZ

La comercialización de la soja de la nueva campaña sigue sin poner el pie en el acelerador producto de dos atrasos: el de la cosecha, como consecuencia del exceso de lluvias en zonas productivas; y el del tipo de cambio, que perjudica los precios y hace que muchos productores decidan retener el grano.
En este diagnóstico coincidieron dos informes emanados en las últimas horas por analistas de mercados de Rosario. 
Menos camiones
En el newsletter semanal “Escenario granarios” del Centro de Gestión Agropecuaria (CGA) de la Fundación Libertad, Patricio Lagger, de BLD SA, tituló “el clima y los precios conspiran contra el ingreso de soja al mercado”. 
Tomando cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Lagger destaca que el avance de cosecha en todo el país es de 16,3 por ciento, muy por debajo del promedio de las últimas cinco campañas para esta época (39,2%).
“Este retraso se siente en el ingreso de camiones a los puertos de Rosario que está en menos de la mitad de los picos que deberíamos estar viendo para esta época. Como consecuencia, los compradores no han podido aplicar los usuales descuentos sobre el precio con descarga inmediata y se encuentran trabajando a contramargen, pagando unos 3.600 pesos por tonelada sobre un FAS teórico de 3.538 pesos, según la Bolsa de Comercio de Rosario”, manifiesta Lagger.
Y añade: “Del otro lado del mostrador, vemos que el productor lleva comprometida menos mercadería que el año pasado (14,8 millones de toneladas versus 17,8 millones), con una proporción de negocios a fijar de 68 por ciento cuando la campaña pasada dicha cifra ascendía a 50 por ciento. Esto es un indicativo de la falta de incentivos para cerrar precios a los valores actuales”. 
Desde su punto de vista, “la actitud es entendible si consideramos que la soja vale prácticamente lo mismo que hace un año atrás a pesar de haber acumulado una inflación de más de 30 por ciento” y que “también es cierto que la caja del trigo ha sido más abultada que el año previo, lo que puede explicar la menor necesidad de financiamiento en este momento en particular”.
“Sin dudas muchos productores deben estar percibiendo la conveniencia de financiarse con la venta de los cereales y poder postergar la liquidación de la soja hasta noviembre”, concluye Lagger.
Sin precio firme
En el informativo semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario, la economista Emilce Terré coincide con los diagnósticos de Lagger y, entre ellos, destaca como el dato principal que sólo 32 por ciento de los compromisos de venta de soja se han hecho con precio firme
“En el mejor de los casos (aunque es una clara sobreestimación) pueden sumarse como ‘mercadería con precio en firme’ los 2,1 millones de toneladas que suma el interés abierto en MATba y los dos millones de Rofex, pero aun así estaríamos hablando de alrededor de un tercio de la producción”, remarca Terré.
Según Terré, “la presión de los precios es muy difícil de sortear, por dos motivos: en primer lugar, la fluidez de la oferta en el mercado mundial ha presionado los valores externos de referencia; el segundo motivo reside en que el encarecimiento de la moneda argentina en relación al dólar impacta de lleno en la competitividad de nuestras mercaderías para ser colocada en el mercado internacional, sobre todo en un contexto donde la inflación aún no deja de ser un escollo”.