10/12/2012

El maíz, una gran alternativa

 Mercado de granos. Por Pablo Adreani | Para LA NACION

El pronóstico de primavera lluviosa se va cumpliendo, esta semana hemos tenido nuevamente lluvias excesivas sobre las principales zonas de producción. Y el resultado de la soja sembrada tarde será casi el mismo de la que no se pudo sembrar. Los productores saben que siembras tardías de soja implican una cosecha de comienzos más entrado el otoño. Y si el pronóstico de otoño llovedor se cumple existe el riesgo de no poder cosechar, por este motivo la alternativa de sembrar maíces tardíos o de segunda comienza a lucir como las más acertada. Además el margen bruto de maíz para la próxima campaña es el más competitivo de todos los cultivos, con la salvedad de los rindes considerados para el análisis. Hoy el cultivo de maíz es más rentable que la soja en casi todos los ambientes y regiones productivas. Como estamos entrando en la segunda quincena de diciembre lo que tenemos que comparar es el planteo productivo de los dos cultivos en siembras tardías.

Si bien estamos hablando de épocas de siembra fuera de lo normal, veamos algunos datos que son muy gráficos y que sustentan en bases teóricas; por ejemplo, en zona núcleo (norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe) un maíz que rinde 10.000 kilogramos por hectárea da el mismo margen que una soja 5000 kg/ha. La pregunta es, cuáles son hoy las chances de sacar una soja de 5000 kg y un maíz de 10.000 kg. Y cuáles son las chances de poder cosecharlo en un otoño que se pronostica llovedor. Para la zona centro sur de Córdoba un maíz de 8000 kg/ha arroja el mismo margen bruto de una soja de 4000 kg/ha. Desde el punto de vista del mercado, el maíz mantiene su tendencia sostenida a firme al menos hasta septiembre de 2013 cuando Chicago recién comienza a mostrar la potencial baja por el ingreso de la cosecha de maíz norteamericano. Hay que destacar que hoy los mapas de monitor de sequía publicados a la primera semana de diciembre, muestran que la sequía de verano se ha prolongado hasta el otoño, y los suelos entran en el invierno con la menor reserva de humedad de los últimos 20 años. De ahí que esperamos un mercado con una alta dosis de volatilidad con tendencia de serrucho alcista. El mercado de soja también muestra su tendencia firme hasta bien entrado el verano norteamericano, cuando se supone que la cosecha de allí está asegurada.

¿Qué podemos esperar para la campaña 2012/13? Salvo soja y maíz, los otros dos cultivos de importancia en la Argentina, el trigo y el girasol, están entrando en terapia intensiva. Analizando el margen bruto de cada uno de estos cultivos para 2013, tanto el trigo como el girasol están arrojando rindes de indiferencia iguales a los obtenidos hacia fines de la convertibilidad, cuando los productores iban camino al precipicio. La bonanza de la mejora del tipo de cambio posconvertibilidad se fue licuando a medida que los precios agrícolas volvieron a rangos históricos, sólo interrumpidos por la explosión del 2008 en el momento de la crisis financiera de Estados Unidos. La mejora en los márgenes brutos en estos últimos 5 años, por el fuerte aumento en los precios internacionales, se licuó por completo ante el aumento en los costos de producción en dólares, que año tras año viene sufriendo el productor. La Argentina tiene un nivel de inflación en dólares de los bienes, servicios e insumos para el agro del orden del 15 % anual; en sólo tres años los costos aumentaron el 50%. Con este incremento de costos, no hay suba de precios que aguante y logre dar rentabilidad a los productores. En el caso del trigo, estamos en el mayor precio histórico que recibe el productor y los márgenes brutos, con rindes reales cosechados en el centro-norte de Santa Fe son negativos. Sólo el trigo del sudeste de Buenos Aries, con rindes bien por arriba del promedio nacional, arrojan márgenes negativos.

En el caso del girasol, como consecuencia de la inflación en dólares, los gastos directos en aumentaron en los últimos tres años en 97 dólares por hectárea, mientras que los gastos variables lo hicieron en 95. Si analizamos lo sucedido con los gastos de estructura donde la presión impositiva se lleva buena parte, los mismos han sufrido un aumento de 35 US$/ha, equivalente al 35% de incremento. A manera de síntesis, los gastos para producir girasol aumentaron en 3 años 227 US$/ha. Para poder compensar este aumento de costos el precio del girasol debería haber subido 130 US$/tonelada, entre la campaña 2009/10 y la 2012/13. En la realidad el mercado subió 107 US$/t, desde los 225 de la campaña 2010 a los 332 de la 2013. Esta suba no es suficiente para compensar la inflación dólar que tiene nuestro país, y en consecuencia se produce un aumento de 190 kg/ha de los rindes de indiferencia pasando de 1247 en la campaña anterior a 1436 proyectados para la 2013,el valor más alto de la década.