11/02/2019

El garbanzo con horizonte alcista, pero para fin de año

La actual baja de precios llevó a que muchos países productores achiquen el área sembrada. Buena perspectiva de venta para noviembre y diciembre. AGROVOZ

Redacción Agrovoz

El próximo domingo se celebra el Día Internacional de la Legumbre, una fecha instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de promover el consumo de legumbres, por sus virtudes nutricionales.
Argentina tiene una cuenta pendiente al respecto: el consumo local de alimentos como porotos, garbanzos, arvejas y lentejas apenas ronda entre 800 gramos y un kilo por persona por año, cuando los mayores consumidores del mundo alcanzan hasta 21 kilos.
A nivel externo, en cambio, el país viene haciendo una buena tarea, con continuo crecimiento en las exportaciones. En 2018, según datos de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera), se enviaron al exterior 520 mil toneladas.
Y Córdoba tiene un rol protagónico en este contexto, al haberse transformado en la primera productora de garbanzo, con una cosecha que promedió las 80 mil toneladas en las últimas campañas, según datos del libro La cadena de valor del garbanzo en Córdoba, elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Según las estimaciones de esta entidad, el 50 por ciento del garbanzo exportado por Argentina sale desde Córdoba. La cadena genera 75 millones de dólares anuales y emplea de manera directa a más de 700 personas.
Oportunidades
Para Pablo Campo, gerente comercial de Cono Agropecuaria, una firma local que es una de las principales exportadoras de garbanzo del país, esto se logró gracias a que “el productor cordobés fue aprendiendo sobre el manejo cultural del cultivo, aplicando mejores técnicas y nuevas tecnologías. Hoy el saber hacer del cultivo está adoptado e integrado dentro de la rotación anual”.
Campo también es miembro de la Comisión Directiva de Clera y valoró que “la industria ha mostrado un crecimiento vertiginoso en capacidad de proceso”.
Sin embargo, señaló que hay tareas por delante para mejorar la competitividad del cultivo, como el desarrollo genético de semillas o eficientizar los costos de exportación. “Y también lograr certificaciones de inocuidad alimenticia en los procesos industriales. Hoy sólo el 30 por ciento de las plantas logra alguna certificación en procesos y no necesariamente sobre inocuidad”, afirmó.
Sobre la coyuntura comercial del grano, Campo mencionó que tras dos años en que la demanda comandó el nivel de precios, el último trimestre de 2018 mostró un quiebre de tendencia, con un mercado con mucha oferta que afectó las cotizaciones. “Los diferentes orígenes que compiten con la Argentina lograron muy buenas producciones levantando los niveles de oferta y stocks, que se mantendrán altos durante el presente año comercial”, sintetizó.
El panorama para el futuro mejora porque esta caída de los precios “provocó una importante disminución de las superficies sembradas o a implantar en muchos países, lo que genera buenas perspectivas para las producciones que participen de la ventana noviembre-diciembre de 2019, que sería el caso de Argentina”.
Porotos
Además del garbanzo, la otra legumbre que está mostrando cada vez más interés en Córdoba es el poroto. “Es un cultivo estival; compite de manera directa con soja y maíz. El aumento de la participación vendrá de la mano de márgenes brutos atractivos y que los productores elijan incorporar nuevas alternativas en sus rotaciones”, aseguró Campo.
Un impulso clave podría ser la mayor demanda que están mostrando los gigantescos mercados de China e India.