A continuación, se muestran los indicadores económicos esperados de los cuatro cultivos de cosecha gruesa predominantes y competitivos por el uso del suelo considerando los rendimientos promedio quinquenales en el sudeste de Córdoba.
Se observa que el maíz mantiene el mejor margen entre los cultivos de verano, ya que supera en un 7 % al resultado de soja de primera, en un 76 % al de sorgo granífero y en 114 % al de girasol, aunque cabe aclarar que estos dos cultivos se adaptan a zonas más marginales para la agricultura por lo que son opciones no descartables según la zona.
Se debe mencionar que, aunque se mantienen estas diferencias a favor de maíz, las mismas tienen menor magnitud que en el ciclo pasado en que el maíz aventajaba por un 27% a soja.
El aspecto financiero, medido por el retorno por peso gastado, mantiene la mayor eficiencia en soja seguido por girasol y sorgo y, en último término maíz que presenta el costo más elevado.
Teniendo en cuenta el índice de inflación, surge que solo el girasol presenta resultados esperados positivos en términos reales y la soja mantiene una situación similar a la del ciclo anterior, a su vez, el maíz presenta la mayor baja en su margen real esperado.
En un planteo de campo alquilado, los rindes de indiferencia en el promedio de la serie de alquileres representan en maíz el 74% del rinde zonal y han subido un 9% respecto a los valores del ciclo pasado, esto indica una suba del riesgo en el caso del arrendatario para la nueva campaña. A su vez, en soja de primera, el rinde de indiferencia es el 68 % representando un 2% más que el ciclo anterior teniendo un menor riesgo comparativo con el cereal.
Teniendo en cuenta la importancia que adquirió el uso del maíz como cultivo de segunda ocupación luego de trigo, por sus ventajas agronómicas para la conservación del suelo, el siguiente cuadro muestra los resultados económicos respecto al esquema competitivo tradicional del doble cultivo de trigo con soja de segunda.
Surge del cuadro un resultado económico levemente superior del uso de maíz de segunda como complementario del trigo en la rotación, aunque el doble cultivo tradicional mantiene su eficiencia financiera en el indicador de retorno por peso gastado.