04/09/2017

Chicago: cosecha y posición de fondos pueden generar más bajas

La fuerte demanda internacional le puso freno a la caída de precios, pero todavía es relativamente pronto para establecer pisos. En la Argentina la comercialización de maíz continúa lenta. ÁMBITO

DANTE ROMANO
Profesor e investigador (*)

Si bien seguimos apuntando a una cosecha norteamericana muy voluminosa, señales de demanda activa de maíz y soja, y la devaluación del dólar que le dio mayor competitividad al trigo de EE.UU. y Argentina frente a los compradores y competidores de otras zonas monetarias, lograron ponerle piso a los precios. La pregunta que nos hacemos es si no será demasiado pronto para esto.

Esta semana la calidad del cultivo de soja mejoró 1 punto adicional y se encuentra ya en 61% bueno a excelente, con casi 80% de los cultivos que atravesaron la formación de vainas, e iniciando el período de pérdida de hojas. En tanto a los datos del crop tour que apuntaban a un rinde levemente por debajo de los 33 quintales por hectárea del USDA, se sumaron proyecciones de FC Stone en 33,5 y de Informa en 33,2 qq/ha.

Por el lado del maíz la condición de cultivos no mejora desde hace tres semanas, pero las proyecciones de rindes tampoco muestran un ajuste fuerte desde los 106,4 qq/ha estimados por el USDA. De hecho FC Stone estimó una productividad de 104,8 mientras que Informa piensa en 106,2 qq/ha.

Con analistas (entre los que nos contamos) que viendo la caída en la condición de cultivos, pensaban que estos rindes resultan demasiado altos, los fondos especulativos habían neutralizado sus posiciones vendidas en estos productos, e incluso habían pasado a tener una leve posición comprada en maíz. Sin embargo a medida que datos como estos se van conociendo, se suceden ventas que llevan los precios a la baja. La mala noticia es que su posición vendida actual no es tan grande, por lo que podría seguir creciendo.

Sin embargo la demanda le puso freno a la baja de precios, con buenas exportaciones semanales de EE.UU., proyección de mayor uso de aceites para la producción de biodiésel en EE.UU. y la devaluación del dólar, los mercado lograron revertir las bajas iniciales de esta semana. Las exportaciones de soja de EE.UU. llegaron a 1,6 millones de toneladas de soja y casi 1 millón de maíz. Las de trigo con casi 600.000 toneladas estuvieron en un muy buen nivel.

Muchos analistas afectos a la estadística, destacan que estacionalmente los mercados suelen hacer pisos en esta época del año, y uniendo esto al hecho de que se viene introduciendo a precio los datos de rinde desde hace rato, mientras que la demanda recién asoma como factor, se cree que lo peor ya pasó. Pero con la presión de cosecha en ciernes, y la posición de fondos que comentamos antes, pensamos que todavía puede quedar hilo en el carretel de la baja.

Localmente terminó la siembra de trigo. Finalmente el área subió sólo 5%. Los excesos hídricos evitaron cumplir toda la intención de siembra. Pero además 34% del área está con problemas de excesos hídricos. De hecho se habla de que por primera vez en años se observan problemas de roya. Quizás este año los rindes no sean tan altos y apuntar a 17 millones de toneladas sea demasiado.

En maíz sigue la presión sobre el precio disponible. A los productores no les apetecen los valores que se muestran, pero lo cierto es que con ellos los exportadores trabajan a contramargen. Nadie quiere tomar los precios disponibles, por lo que el problema se patea hacia adelante desde ambas puntas. El productor retiene, y los exportadores pasaron los buques para más adelante. En este sentido hay que tener cuidado: la ventana de exportación más ventajosa para argentina es de febrero a mayo.

En cuanto a la soja con precios que se sostienen en el disponible y se acercaron a los de noviembre, el interés vendedor subió un poco. De hecho la fijación de precios en la semana pasada subió 60% respecto a la previa, al estabilizarse los precios por encima de los $4.200. Sin embargo no se ve un aluvión de ventas, sino más bien un nivel razonable para la época del año. Ello lleva a que sigamos viendo un rimo de comercialización lento.

(*) Del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.