10/08/2020

Alimentos: el mundo se encamina hacia un mayor proteccionismo

En la pospandemia se viene un nuevo régimen comercial, con algunos países que aprovechan la situación para implementar barreras no arancelarias de todo tipo. AGROVOZ

Pablo Adreani

La demanda de productos agropecuarios, entre los que se consideran el trigo, maíz, poroto, maní, soja, girasol, aceites, harinas vegetales y carnes, se proyecta con récord para la próxima campaña 2020/2021.
La pandemia del Covid-19 y su impacto en la desaceleración de la economía mundial (prácticamente todos los países, con excepción de China e India, que han logrado una recuperación sorprendente), comienza a mostrar la luz al final del camino.
La energía, en especial el petróleo, fue la que sufrió el impacto más fuerte debido a la caída del consumo por la menor actividad económica.
La adquisición de bienes durables, telefonía celular, computadoras, artículos del hogar, automóviles y todos los relacionados al turismo local e internacional, sufrió la mayor caída en toda su historia.
En cambio, el comercio de materias primas agroalimentarias y agroindustriales se mantuvo a flote.
Cientos de barcos navegaban los océanos con productos primarios y manufacturados de origen agropecuario desde los puertos de Estados Unidos, Brasil y Argentina, hacia los grandes centros consumidores de Europa, India, Asia y Medio Oriente. Mientras que cientos de barcos cargados con petróleo hacían de depósitos de almacenaje flotantes, ante la fuerte caída de su demanda.
Esta semana pudimos ver la presentación de María Marta Rebizo, gerente de asunto económicos y comerciales de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), en la que destacó que las exportaciones argentinas de 100 millones de toneladas de productos agroindustriales llegan a 100 mercados diferentes.
A pesar del gran desorden y la incertidumbre que generó la pandemia, el comercio agroindustrial siguió en crecimiento.
Diferente es la situación en los bienes durables. El primer impacto del Covid-19 se sintió en la provincia china de Hubei, más precisamente en la ciudad de Wuhan. En esta ciudad se encuentran localizadas cadenas de producción de importantes empresas del mundo, lo que obligó a interrumpir los suministros de piezas para computadoras, celulares, automóviles y manufacturas de todo tipo de indumentarias. Sin embargo, la población mundial siguió necesitando de su alimentación diaria, y la cadena de suministros a través de los barcos graneleros nunca se vio interrumpida.
Alertas
En su presentación, Rebizo alertó sobre el nuevo régimen comercial que va a imponer la pospandemia, con algunos países que aprovechan la situación para implementar barreras no arancelarias de todo tipo.
Arrancó con la solicitud irracional por parte de algunas empresas importadoras chinas de exigir certificados públicos y privados de alimentos libres de virus. Esto sucede cuando toda la academia científica mundial coincide que el virus no se trasmite por los alimentos, sean estos procesados o no.
Los analistas están previendo una profundización de las medidas proteccionistas, lideradas por las principales potencias. La Unión Europea continúa su presión para reducir los límites máximos de residuos, sus consumidores exigen además la trazabilidad plena desde el insumo a la mesa.
Como vemos, el sistema productivo y agroexportador argentino deberá enfrentar exigencias planetarias cada vez más sofisticadas para poder cumplir con una demanda cada vez más ideologizada.