Córdoba y Buenos Aires son las productoras más importantes. Estiman una cosecha de 31 millones de toneladas. COMERCIO Y JUSTICIA.
En virtud de algunas señales provenientes del Gobierno nacional -la reciente liberación de cupos de exportación- y la dura sequía que azota a Estados Unidos, los productores argentinos advierten “una oportunidad histórica” para la siembra de maíz. De todas maneras, reclaman eliminar los descuentos a los productores y un mercado más “transparente”.
Durante los últimos días se conoció con mayor exactitud la extensión que está teniendo la sequía en Estados Unidos. Su secretario de Agricultura, Tom Vilsack, alertó que “61% del territorio” de ese país está afectado por la peor sequía ocurrida en los últimos 25 años.
“No hay duda de que esta sequía está teniendo impacto en nuestros cultivos”, sostuvo Vilsack al explicar que 78% de la cosecha de maíz está siendo afectada, así como 77% de la de soja. A continuación advirtió que ello “se traducirá en un aumento significativo de los precios” a finales de 2012.
Naturalmente, esta previsible suba en los valores de las commodities está siendo bien recibida en otros países exportadores, como Argentina y Brasil. De hecho, los productores agrupados en los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) anticiparon ayer que “las condiciones del mercado internacional generan un ámbito favorable para el aumento de la producción nacional” y que 2012 “debería ser el año del maíz argentino”. Segunda exportadora mundial de maíz, Argentina se ve favorecida, además, por su estratégica posición que le posibilita producir en contraestación, luego de la cosecha estadounidense.
En CREA estimaron “que no es descabellado pensar” que podría alcanzarse una producción superior a las 31 millones de toneladas, bastante superior a la de años anteriores, considerando una superficie de siembra de 5 millones de hectáreas -similar a la del año pasado- y un rendimiento de 7,8 toneladas por hectárea.
Pero para ello consideran clave avanzar hacia un escenario en el que los productores no sufran descuentos sobre el maíz y puedan comercializar durante todo el ciclo productivo. “Pese al reciente anuncio de liberación de 15 millones de toneladas de maíz para exportación, persisten los descuentos en los precios que reciben los productores, entre otros factores, por la incertidumbre sobre las reglas que regirán el comercio de maíz” a medida que avance la campaña.
En el mismo sentido, evaluaron que “un mercado no transparente, cuotificado, que se mantiene así aún luego del anuncio oficial, genera desconfianza” entre los agricultores y “juega en contra de la gran siembra necesaria” para aprovechar la oportunidad internacional y abastecer con comodidad al mercado interno.
Una mayor producción de maíz no sólo impactaría en la economía de los productores sino en la generación de dólares para el país, una preocupación central para un Ejecutivo que se niega al endeudamiento externo.
En CREA estimaron que por cada hectárea de maíz con un rinde de 7,8 t/ha y con el precio FOB de los últimos 7 días se generaría un ingreso de 2.231 dólares/ha, frente a los 1.792 dólares/ha de una cosecha de soja de 2,9 t/ha. “Éste sería un ingreso real de divisas para la Nación, producido por los agricultores”, enfatizaron.