La participación del Estado en la renta agrícola se ubica actualmente en el 59,2 por ciento de lo que genera una hectárea, según el indicador que elabora de manera trimestral la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada).

Se trata de la menor proporción desde el 56,4 por ciento de septiembre de 2019, antes de que volvieran a incrementarse las retenciones, y constituye una fuerte caída desde el 68,3 por ciento que Fada había medido en junio pasado.

La principal razón de esta caída se relaciona con el fuerte aumento que tuvieron los precios de los granos en los últimos meses y que “licúan” la presión fiscal.

En concreto, la cotización FOB de la soja está hoy un 35 por ciento por encima del año pasado; la del maíz, 31 por ciento; y la del trigo, 28 por ciento. 

Indicadores

Grano por grano, la soja se mantiene como el cultivo con mayor presión impositiva: de cada hectárea, los tres niveles del Estado se llevan el 64,6 por ciento.

Le siguen el trigo, con 55,2 por ciento; el maíz, con 49,7 por ciento; y el girasol, con 49 por ciento.

Por provincias, San Luis es la que tiene menos impacto (57,1%)  porque tiene un mayor volumen de producción de maíz.

Por detrás, se escalonan Santa Fe (58,4%), Córdoba y La Pampa (58,7%), Buenos Aires (60,7%) y Entre Ríos (62,3%).