Con buenos créditos y recursos genuinos, los productores y contratistas demandarán máquinas innovadoras. LA VOZ.
La Argentina necesita imperiosamente de una cosecha de volúmenes récord, pasar los 105 millones de toneladas de grano, y todo indica que se logrará. Esa producción, con los precios actuales y a futuro sería una cifra equivalente de exportación aproximada a los 36 mil millones de dólares pero, como de eso se exporta el 75 por ciento, el valor exportable superaría los 28 mil millones, lo cual nos pondría como récord en commodities agroindustriales.
A esto se le debe añadir las exportaciones de cultivos regionales como maní, arroz, fibra de algodón y poroto, más otros menos importantes en volúmenes como la arveja, lenteja y garbanzo.
También se exporta leche en polvo y productos lácteos, carne bovina y de pollo (esta última con gran crecimiento). En los últimos tres años se está exportando alfalfa como heno y pellets y las ya tradicionales e importantes exportaciones citrícola/frutícola, en las que se destacan el limón, pera y manzana que junto a la exportación de alto valor agregado que hace la cadena vitivinícola, conforman un país que produce y alimenta a 400 millones de habitantes en el mundo.
Mercado de maquinarias. El 2011 fue el año récord de venta de maquinaria agrícola en divisas en el país (1.450 millones de dólares); en 2012, por la sequía, cayó a 1.250 millones. El rubro más perjudicado fue sembradoras, le siguió cosechadoras y equipos para cosecha de granos. Estuvieron menos afectados los equipos de forrajes conservados, pulverizadoras y tractores, pero perjudicados al fin porque la sequía de la pasada campaña afectó principalmente las ganancias y la capacidad de compra de los contratistas y productores genuinos, que son los que adquieren el 70 por ciento de las máquinas.
Las oportunas medidas crediticias implementadas por el Gobierno con la banca oficial, otorgando créditos con tasas subsidiadas, y las medidas de presión a la banca privada para que otorguen créditos a tasas rebajadas fueron fundamentales para movilizar el mercado, sin provocar despidos en la industria.
Con gran expectativa, los industriales están esperando la recuperación del mercado durante el corriente año.
Más electrónica. Las máquinas de los últimos cinco años son mucho más eficientes porque tienen más electrónica, más automatismo de regulación y adaptación a las condiciones cambiantes de suelo y clima, son más autoguiadas, más inteligentes para adaptarse a las exigencias de correcciones satelitales y señales de celulares conectados en tiempo real a la web.
Una máquina de cinco años puede estar en buenas condiciones, pero para la demanda o el mercado es tecnológicamente vieja y requiere un cambio por máquinas para una agricultura y ganadería de precisión (esto indica también una fuerte depreciación del mercado de máquinas usadas).
Con la aparición de los recursos genuinos y buenos créditos, los productores genuinos y los contratistas demandarán máquinas innovadoras y el mercado se reactivará en 2013. En noviembre-diciembre de 2012 ya se comenzó a mover positivamente el mercado, en función de los buenos precios de las commodities, que en esos meses fueron casi récord.
Antes de que se levante la nueva cosecha es estratégica la existencia de buenos créditos como los que están saliendo, porque la plata genuina demorará hasta mayo, junio, julio o agosto en algunos casos y las máquinas no se pueden fabricar e importar todas de golpe.
Además, esta política de créditos que está empezando a implementarse para el sector permitirá adelantar la recuperación agrometalmecánica y evitar la pérdida de puestos de trabajo.
En la próxima edición Expoagro, en marzo, venderá el fabricante que disponga de buena financiación propia o en convenio con bancos; claro está que la mayoría no espera las maxi exposiciones para comprar. Hoy las novedades están en internet y los precios también. Pero existe una buena parte del mercado que quiere ver, tocar y hablar, y por ese motivo espera; algunos hasta quieren verlas funcionar en las dinámicas a campo para tomar decisiones, es la minoría del mercado, pero existe.
Como se sabe, casi todos los fabricantes tendrán algo nuevo para mostrar en marzo en Expoagro 2013.
Tendencias
Electrónica e informática aplicada
No sólo “fierros”. En 2020 no habrá ninguna cadena de valor que produzca sin electrónica e informática aplicada. Se tendrán que garantizar los procesos de producción de buenas prácticas agrícolas de cualquier producto que se comercialice con fines alimenticios y/o bioenergéticos; huella de carbono, huella del agua, procesos amigables con los recursos naturales (agua, suelo, aire limpio), el mercado exigiría trazabilidad de los procesos y productos. La Argentina es un país que no tiene que temer a eso, porque cuenta con buena aplicación de tecnología (biotecnología, siembra directa, agricultura de precisión) y lidera estos temas en Latinoamérica.
Proyección 2020. Pueden ocurrir muchas cosas desde el 2012/13 hasta el 2020, pero si manejamos supuestos como ciertos, basándonos en las predicciones del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) 2020, se tiene lo siguiente:
- Una producción de 157 millones de toneladas de granos, un incremento del 22 al 40 por ciento del grado de industrialización, o sea un mayor valor agregado de las exportaciones.
- Un incremento de 4,7 millones de toneladas de carne total a 7,5 millones de toneladas (bovino, pollo, cerdo) y un incremento de la producción de leche del 40 por ciento con mayor industrialización.
Si se trabaja con buenas políticas de estado y hacemos realidad el PEA 2020, el mercado de maquinaria evolucionará de 1.450 millones de dólares en 2011 (récord) a 1.250 millones (2012, sequía) a 1.750 millones (2014) y 2.230 millones de dólares en el 2020.
Un aumento de las exportaciones de máquinas agrícolas y agropartes de los 280/300 millones de dólares del 2012 hasta los 350 en 2014 y 1.000 millones en 2020 y una balanza comercial de la maquinaria agrícola de 240 millones negativa (2012), reducida en 2014 a 150 millones negativa para transformarla en positiva de 400 millones de dólares en 2020. Y lo más importante, los puestos de trabajo directos e indirectos que hoy representan 90.000 (en 2012), pasarían a 95.000 para 2014 y 117.000 en 2020, cifra muy positiva para el desarrollo del interior productivo, ya que es el aspecto más débil de los sistemas productivos agropecuarios actuales.
Innovaciones. El productor argentino, al igual que en Brasil, Estados Unidos y Canadá, o en países como Rusia y Ucrania, con grandes extensiones cultivadas, busca siempre aumentar la capacidad de trabajo. Esto es, máquinas de mayor ancho de labor, de mayor velocidad de trabajo, con mayor autonomía; sembradoras/pulverizadoras, tolvas de cosechadoras y carros tolvas, tractores de mayor potencia y tracción y mucho equipamiento de automatismo de regulación y facilidad de paso de trabajo a transporte y viceversa (menos horas de trabajo/ha, pero con mayor y mejor capacitación de los operarios).
Equipamientos electrónicos cada vez más sofisticados, pero simples de manejar por el operario, máquinas para agricultura de precisión (posicionadas satelitalmente y conectadas a software, sensores y actuadores cada día más precisos y confiables).
También el mercado exige cada día más asistencia técnica oficial, porque un mecánico tradicional hoy no puede componer una máquina por falta de equipo y conocimiento. Lo que hoy pasa con los vehículos y camionetas, que sólo los mecánicos oficiales y/o talleres autorizados y capacitados son los únicos capaces de arreglar y mantener una máquina.
El mecánico del futuro tendrá mucho más conocimiento de manejo de tester y software específicos que de manejo de la mecánica tradicional. Los contratistas tendrán una persona con dominio de la electrónica y la informática, con buen manejo de software. Lo que hoy parece un freno, se resolverá con los cambios generacionales.