El especialista en meteorología agropecuaria, Ignacio Amorín, brindó un completo panorama climático en su participación en Agrofy News Live, destacando las dificultades que atravesó la campaña gruesa y las expectativas para los próximos meses.
Las condiciones climáticas extremas golpearon a la producción agropecuaria argentina, con sequías severas e inundaciones que redujeron los rindes de la campaña gruesa. Sin embargo, las recientes lluvias mejoran las perspectivas para la siembra de cultivos de invierno.
Según Amorín, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ha recortado las estimaciones de la campaña gruesa en hasta un 22%, afectando principalmente al norte del país y a la provincia de Córdoba. La falta de precipitaciones desde diciembre hasta mediados de marzo y las elevadas temperaturas impactaron negativamente en los rendimientos de maíz y soja. Si bien en las últimas semanas hubo precipitaciones en Santa Fe, Chaco y Formosa, llegaron demasiado tarde para recuperar los cultivos.
Por otro lado, el exceso de lluvias en el oeste de Buenos Aires ha generado inundaciones que afectan más de dos millones de hectáreas en partidos como 9 de Julio, Carlos Casares y Trenque Lauquen. A corto plazo, no se espera alivio, ya que nuevas precipitaciones podrían agravar la situación en los próximos días.
A pesar de las pérdidas en la campaña gruesa, Amorín destacó que las lluvias recientes han permitido una buena recarga hídrica del suelo, lo que mejoraría las perspectivas para la siembra de cultivos de invierno como el trigo. "Nada que ver con lo que fue la campaña gruesa", aseguró, en referencia a la disponibilidad de humedad para los próximos meses.
El especialista señaló que el actual enfriamiento del Océano Pacífico no es suficiente para declarar una fase de La Niña, por lo que Argentina se encuentra en un período de neutralidad climática.
En este contexto, destacó que existen otros fenómenos que pueden influir en el clima a corto plazo, como la actividad atmosférica en la Antártida o el Océano Índico, que impactan en el comportamiento de las lluvias en el país.
Para el otoño, se esperan temperaturas normales o ligeramente superiores en la provincia de Buenos Aires, mientras que en el resto del país se mantendrán dentro de los valores habituales. Las precipitaciones también estarán dentro de los parámetros normales, con valores estimados de 100 a 300 mm, según la región.
En cuanto al invierno, se prevén temperaturas en rangos normales y sin heladas tempranas en la zona central y norte del país, lo que podría beneficiar la siembra y el desarrollo de cultivos. Sin embargo, en el noreste argentino (Corrientes, Formosa, Chaco y Misiones), se esperan lluvias por debajo de lo normal, lo que podría afectar a cultivos como la yerba mate.
El panorama climático para la producción agropecuaria en Argentina presenta contrastes: mientras que la campaña gruesa sufre importantes pérdidas debido a la sequía y las inundaciones, la disponibilidad de humedad mejora para la campaña fina. Con un año caracterizado por la neutralidad climática, los productores deberán seguir de cerca la evolución de las precipitaciones y temperaturas para planificar sus próximas siembras y cosechas.