“Algunas localidades acumularon sólo 20 milímetros entre diciembre y enero, volviendo imposible la recuperación sin lluvias inmediatas”, advirtieron. En la región de Junín, se estiman rindes de entre 32 y 38 qq/ha, pero hay muchos cuadros que perdieron demasiados nudos debido al estrés hídrico.
Al mirar el sur de Santa Fe, en Teodelina, los cultivos necesitan que llueva la próxima semana para sostener de 35 a 40 qq/ha. En Carlos Pellegrini, la soja retomó su desarrollo, pero necesita 40 milímetros en los próximos 10 días.
“Las lluvias trajeron un fuerte alivio en Bigand. En Bombal, la soja presenta un muy buen estado, sin hojas amarillas ni signos de deterioro. Pero la continuidad de las lluvias será clave”, indicó el reporte.
En la soja de segunda hay margen para recuperarse, pero
también hay muerte de plantas y crecimiento atrasado. “Mientras que en algunas áreas aún hay margen para recuperar potencial de rendimiento con lluvias oportunas, en otras la situación ya parece irreversible”, indicó la BCR.
Por otra parte, hay zonas con ataque de arañuelas que complicó más el escenario. “En otras zonas, si bien el cultivo ha mostrado cierta recuperación tras las lluvias, la situación sigue siendo delicada”, concluyó el informe.
