Hay poco margen de maniobra agrotécnica cuando la falta de lluvias es tan aguda, como viene ocurriendo en la zona central del país debido a La Niña. Allí, por ejemplo, las perdidas potenciales de trigo pueden llevar a la dura decisión que se sequen 500.000 hectáreas. Otros pronósticos para este cereal adelantan que ya, ninguna región, con el cultivo ingresando en espigazón, etapa de definición del rendimiento, alcanzará un rinde promedio.
Así también, las consecuencias de las últimas dos campañas caracterizadas por la baja disponibilidad hídrica fueron una merma generalizada en los rendimientos del maíz de al menos 3 toneladas. La soja no es ajena a estos efectos y también manifiesta este tipo de oscilaciones productivas en años secos y húmedos.
La investigadora de INTA, Conicet y Facultad de Agronomia (UBA), Maria Elena Otegui, brindó una serie de recomendaciones para lograr buenas implantaciones y asegurar el éxito en la cosecha de maíz y soja en este contexto. Lo hizo como parte de una capacitación de “Agenda Aapresid”.
MAÍZ
De acuerdo a Otegui, estas son una serie de variables posibles de manejar para mejor ajustar la siembra de maíz a La Niña.
SOJA
Finalmente, Otegui advirtió que en los ambientes con napa es importante monitorear la profundidad ya que pueden haber sufrido oscilaciones y estar por debajo de los 2 metros.