Las lluvias aumentaron el ritmo de siembra de la soja en la zona núcleo. En una semana se implantaron 1,6 millones de hectáreas.
La Bolsa de Comercio de Rosario destacó que hasta el momento se sembró un total de 2,5 millones de hectáreas. “Hay apuro para avanzar todo lo que se pueda antes de la cosecha triguera, pudiendo generalizarse la semana próxima. En la oleaginosa, hay que ganarle al viento y a la desecación, en una siembra que hay un alto grado de desconfianza respecto del poder germinativo de las semillas”, argumentó la entidad en el informe.
El poder germinativo genera desconfianza, ya que los valores están lejos del umbral del 80 %. Por este motivo, se busca aprovechar la humedad disponible y así mejorar las posibilidades.
Además, el sector productivo busca evitar el solapamiento con la cosecha de trigo. También se suma la gran superficie destinada a soja.
Hasta el momento, ya se sembró el 60 % del área de intención de soja de primera, un 45 % sobre la superficie de soja total. El sudeste cordobés lidera el avance con un 75 %. En el norte de la región núcleo se sembró ya el 65% del área de intención.
Crece la preocupación por la germinación. El informe destacó que en Marcos Juárez hay problemas y se tomó la precaución de elevar la cantidad de granos por metro, pero algunos lotes quedaron bastante ralos.
“Los productores están aumentando la densidad de siembra para compensar los problemas de germinación, pero incluso en la semilla fiscalizada los poderes germinativos están entre 70 % y 80 %. Esperamos que no afecte la producción”, sostuvo el documento.
Por su parte, en Cañada de Gómez, los lotes sembrados con semilla de menor vigor presentan una emergencia dispar. “La semilla no da confianza, ni siquiera la fiscalizada. Fue un problema ambiental que afectó a todos”, sostuvieron productores consultados.
En cuanto a la humedad y las reservas de agua en profundidad, son entre adecuadas a óptimas. La capa superficial se está secando.
“Esta semana se sumó además el efecto de las fuertes ráfagas de viento que aceleraron la desecación superficial. Hay zonas, como en Corral de Bustos, donde detuvieron las tareas de siembra por la falta de humedad superficial”, concluyó el documento.