14/06/2024

A causa de la Chicharrita y el Spiroplasma, Córdoba podría perder 900.000 has. de siembra de maíz

La Chicharrita y sus consecuencias causaron estragos en esta campaña, pero el efecto colateral se expresará en las siembras de la campaña 2024/2025, en la cual Córdoba perdería 900.000 hectáreas, quedando muy por debajo de los 3 millones que se venían implantando, según un percepción muy preliminar de la Bolsa de Cereales de Córdoba. AGROVERDAD

Con estas estimaciones, la superficie a implantar sería de 2.244.000 hectáreas: un retroceso del 30%. En el ciclo 2023/24, fue de 3,19 millones de hectáreas.

La soja subiría un 22%

En contrapartida, la que ganaría terreno será la soja, para la cual se calcula una implantación de 5.049.000 de hectáreas, un 22% más que en la campaña pasada. En los últimos tiempos había caído a 4 millones de hectáreas.

El sorgo, en tanto, crecería un 37%, llegando a 104.000 hectáreas.

Los datos fueron suministrado durante una reunión de directivos y técnicos de la Bolsa de Cereales de Córdoba con el periodismo local.

Achaparramiento, el factor de mayor incidencia

La Jefa del Departamento de Información Agronómica de la BCCBA, Ing. Agr. Silvina Fiant, informó que en el primer relevamiento que hace en todo el territorio cordobés la Red de Colaboradores de la institución, arrojó que en la tendencia de la intención de siembra de maíz, a este momento, será fuertemente impactada por la plaga y la enfermedad que se presentó en el verano de este año.

Conforme a los datos recogidos entre productores y empresas, la caída de área obedecerá en un 18% al pronóstico climático; un 24% debido al precio actual y rentabilidad esperada, y un 56% por la influencia que provocan, hasta ahora, en la toma de decisiones la Chicharrita y el Spiroplasma.

“Esta es la consecuencia a futuro del achaparramiento, porque las otras todavía se siguen viviendo en la actualidad mientras se desarrolla la cosecha: el primer recorte es el área cosechable; el segundo recorte son los rendimientos obtenidos; y el tercer recorte tiene que ver con la calidad, tanto del grano (livianos y de bajo peso hectolítrico) como en el forraje (bajo nivel de energía metabólica, proteínas y posibles problemas con micotoxinas letales)”, reseñó Fiant para Agroverdad.