El almacén agropecuario no debe conformarse y esperar sentado la demanda externa. AGROVOZ

El programa de desarrollo exportador destinado a industrias y empresas Pyme de molienda de soja, maíz, trigo y alimentos balanceados –que esta semana presentaron en sociedad la agencia ProCórdoba y la Bolsa de Cereales de Córdoba– es una buena señal de que el almacén agropecuario no debe conformarse y esperar sentado a los clientes internacionales.
Mientras se resuelven diferentes problemas de competitividad -entre ellos el andamiaje tributario- arancelario, en manos de las políticas públicas-la intención de este “programa de inteligencia comercial” apunta a ir rogando, con el mazo dando.
Plataforma
Dentro del rubro molienda de granos y alimentos balanceados, la provincia acredita una matriz productiva importante; el ProCórdoba relevó 157 empresas, pero con un resultado que convoca a tomar cartas: el 50 por ciento nunca incursionó en el comercio exterior, tratándose de una oferta y producciones superavitarias en materias primas y volúmenes, por encima de las demandas de las cadenas y de los consumos domésticos.
Con la harina de trigo, el sector de la molinería cuenta desde hace tiempo con capacidad instalada y clientes internacionales, en particular en los países limítrofes como Chile o Bolivia.
A su vez, en el segmento de insumos e ingredientes para la alimentación animal, la provincia cuenta con un potencial para trabajar en estrategias de posicionamiento.
Según se explicó, la alianza entre la Bolsa de Cereales y el ProCórdoba apunta a acompañar a las Pyme en la captación de oportunidades de negocios y dar un primer paso entre los países de la región. En Chile, por ejemplo, la agencia oficial cordobesa relevó que este país es un gran comprador de insumos de nutrición en los rubros aviar, porcino, bovino e ictícola, con particularidades a tomar en cuenta en cada caso.
Con la producción de salmones, los chilenos escalaron hacia la alta tecnología (invierten 10 millones de dólares por año en investigación y desarrollo). Ergo, la Argentina ya quedó atrás para proveerles ingredientes específicos, que les provee Brasil.
Retenciones no competitivas
Entre los asistentes al lanzamiento, Carolina Vasquetto, de la firma Vasquetto de Río Cuarto, y Andrea Sontullo (La Troja, de Oncativo), ambas dedicadas a la producción de balanceados, mencionaron a Agrovoz el problema de competitividad que se les generó con el actual esquema de retenciones, ubicado en 25 por ciento.
Advirtieron que con rubros agrícolas ahora exentos (maíz, trigo, girasol) a estas empresas les resulta mejor ecuación volcarse a la exportación de materias primas.
Elogiaron el programa del ProCórdoba, pero advirtieron que si no se corrige este factor cambiario y arancelario, otros competidores como Paraguay les quitarán el mercado.