Este contexto financiero se da en la última etapa del año, cuando la operatoria de granos sobre el mercado local se amesetó. El ritmo promedio semanal es de 400.000 toneladas por soja y en torno a las 420.000 toneladas por maíz entre contratos y fijaciones.
La fortaleza del dólar
Por otra parte, el precio de la soja negociado sobre el mercado a término de Chicago ronda los US$ 364 por tonelada, mientras que el maíz se ajusta en US$ 169 por tonelada. “Las cotizaciones por ambos commodities han venido lateralizando durante toda la semana dentro de una franja estrecha de precios, comprimidos entre fundamentos que empujan los precios en direcciones contrarias.
Según la BCR, el principal driver de las últimas semanas fue el fortalecimiento del dólar frente al resto de monedas del mundo con la llegada de Trump a la Casa Blanca. “Desde octubre, la moneda norteamericana se apreció un 6 % y llegó a sobrepasar cualquier techo del 2024, rondando actualmente los niveles máximos de noviembre del año pasado. Un dólar más caro, se traduce en menor competitividad para los granos a nivel internacional, lo que explica un nivel de precios más bajo”, destacó el informe.

También llegaron noticias bajistas. La Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (ABIOVE) proyectó para la campaña entrante en 167,7 millones de toneladas de soja, por arriba de las estimaciones de CONAB. Sería un récord productivo.
“Sin embargo, la fuerte demanda de commodities aporta al costado alcista de la ecuación. Tanto en maíz como en soja, las inspecciones de exportaciones semanales que anuncia todos los jueves el USDA trae volúmenes elevados. Para el cereal, es el mejor número para la semana que se tenga registro, mientras que en soja es el más importante desde el 2020”, concluyó la BCR.