La situación sólo puede entenderse en el contexto del creciente conflicto entre el Gobierno e YPF. Por un lado, la petrolera denuncia que los controles oficiales a la compra de divisas le impiden importar normalmente gasoil. Por el otro, el mismo Gobierno, que ha amenazado con sancionar a la empresa si hay faltantes, estaría dispuesto a hacerse cargo de la importación directa del combustible, con los gastos que eso implica, y de ofrecer condiciones muy favorables a las estaciones de servicio con tal de asegurar la distribución.
En la reunión que el ministro de Planificación, Julio De Vido, su mano derecha, Roberto Baratta, y el secretario de Energía, Daniel Cameron, mantuvieron el último viernes con representantes de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), los funcionarios, según personas presentes en el encuentro, afirmaron que el Gobierno está en condiciones de proveer a las estaciones del combustible que haga falta.
Según fuentes del sector consultadas por LA NACION, el acuerdo implicaría la importación directa de gasoil por parte del Gobierno, a través de la estatal Enarsa, y la distribución del combustible por medio de las estaciones de servicio. La intención del Gobierno sería colocar el combustible importado en las propias estaciones de YPF. Sin embargo, otras fuentes creen que la distribución se dará a través de las estaciones independientes.
Un detalle de peso es que el Gobierno, según las fuentes consultadas, estaría dispuesto a eximir a las estaciones del pago del impuesto al precio del gasoil. ¿Qué recibe a cambio? Que no haya problemas en la distribución del combustible cuando faltan pocas semanas para el inicio de la cosecha gruesa.
Según Raúl Castellano, secretario de la Cecha, el ofrecimiento del Gobierno no incluyó ninguna especificación sobre eventuales exenciones impositivas. "El único interés para las estaciones es tener suficiente combustible para vender", dijo. Para Castellano, la merma en la distribución de gasoil está en torno del 15%, y eso es lo que el Gobierno ahora pretende cubrir. "El Gobierno no está planteando esta operación como algo permanente ni redituable", dijo.
LA NACION se comunicó con voceros del Ministerio de Planificación para tratar de obtener la versión oficial sobre las condiciones en las que se ofrecerá el gasoil importado a las estaciones, pero después de haberles planteado la inquietud no volvieron a atender el teléfono.
Estas condiciones, en todo caso, deberían darse a conocer mañana, en la reunión que los funcionarios públicos mantendrán nuevamente con los representantes de los estacioneros. "En la reunión que vamos a tener el miércoles se van a definir los precios para las estaciones", dijo Castellano.
También mañana Antonio Brufau, presidente de la española Repsol, accionista mayoritaria de YPF, encabezará una reunión de directorio de esta empresa. Lo hará pocos días después de haberse marchado del país sin conseguir hablar con la presidenta Cristina Kirchner para bajar el tono de un conflicto que no da signos de tregua..